León. Por si la derrota contra la Cultural no fuese suficiente varapalo en las opciones de seguir peleando por entrar en la zona de ascenso, el Deportivo Alavés también regresó de León con la mochila cargada de tarjetas que conllevarán varias sanciones federativas de cara al compromiso del próximo domingo contra el Guijuelo.

Una vez más, la defensa volverá a estar en cuadro en el choque contra el conjunto salmantino. Se ha convertido en algo habitual en las últimas semanas por culpa de lesiones y sanciones, pero en esta ocasión el que sea nuevo técnico alavesista en el duelo contra el Guijuelo tendrá que hilar fino para componer un cuarteto de garantías.

De no mediar recursos, Raúl Llorente, Cristian Castells y Jorge Morcillo no podrán actuar el próximo domingo en Mendizorroza. El primero vio una tarjeta roja más que rigurosa en el Reino de León, mientras que los centrales recibieron sus respectivas quintas tarjetas amarillas en lo que va de curso y, por ello, serán castigados con un partido de suspensión.

Tres bajas de enorme importancia para una zaga que se quedará con las piezas justas para recibir al Guijuelo. Los problemas, sobre todo, están en un lateral izquierdo en el que no podrán actuar ni Raúl Llorente ni Morcillo, fichado en el mercado invernal para suplir las posibles ausencias del madrileño en el carril zurdo donde habrá que hacer nuevos experimentos (los últimos han sido con Iker Guereñu y Mesquita) para solventar la papeleta en dicha demarcación.

En el centro de la defensa también habrá problemas, aunque la recuperación de Igor Cuesta, reservado este fin de semana tras lesionarse contra el Celta B, permite un mayor margen de maniobra, ya que el vizcaíno ha sido una de las piezas fundamentales de la barrera de contención alavesista y su presencia es todo un seguro de vida para el equipo. Además, centrales hay de sobra en una plantilla en la que hay jugadores como el propio Iker Guereñu, Romerito o Alaña que están acostumbrados a desempeñarse en dicha demarcación.