Hablamos de Los Amigos de San Antón que, ante todo, eso es lo que son: una cuadrilla de amigos, a quienes les gusta la chufla como al que más. Quizá ahí se encuentre el secreto de porqué han logrado que una cita singular y arraigada a la tradición local desde allá por 1969, se haya convertido en un mercado invernal referente en Euskadi, del que no hay que olvidar su componente solidario. La integran en torno a 20 personas, y su presidente es Cosme Ibarrola, a quien nos le encontramos -junto a Imanol Arberas, Jon Pinedo, Ignacio Arregi y Joseba Rodríguez- este pasado domingo en la plaza Juan Urrutia de Amurrio, compitiendo en el XIV certamen de marmitako de Su Gozotan. Quedaron los últimos pero, como suele decirse, lo importante es participar, y ellos de eso saben un rato.
Hace ya 16 años que tomasteis el relevo a aquella mítica primera hornada de San Antón que formaban Ojenbarrena, Burutxaga, Cerrilo y cía. ¿Os arrepentís?.
–Todos los años, pero luego siempre volvemos. La clave está en que nos gusta la fies-ta, no hay más. Somos una cuadrilla de amigos, a los que de jóvenes nos gustaba mu-cho, pero mucho, el deporte; pero en cuanto la edad no nos dejó competir, pues apro-vechamos para vivir las fiestas y eso, con el tiempo, no se ha arreglado. Es más, va a peor, lo raro es que en todos estos años no nos haya dejado la mujer a ninguno (risas). Creemos que los que se arrepienten de haber dejado San Antón en nuestras manos son nuestros antecesores, ¡Fíjate!.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de todo este tiempo?.
–Lo peor toda la gente que se ha quedado en el camino, no solo de nuestra cuadrilla, porque A nder Aberasturi seguirá estando siempre presente, sino también feriantes y colaboradores a los que se les echa mucho de menos. Y lo mejor, sin duda, que como cuadrilla nos juntamos mucho más y, para organizar una fiesta para todo el pueblo, gracias a la que hemos entregado mucho dinero a gente que lo necesitaba. Además, hemos logrado que crezca algo heredado y que lo hacían muy bien, hasta llevarlo a un nivel supralocal. San Antón de Amurrio es ya un mercado de invierno referente en Euskadi, y que va a más. De hecho, cada edición intentamos innovar. Este año ha sido el concurso de putxeras y la jornada previa con pelota y música, y para 2026 ¡prepara-ros!. Domingo, 18 de enero, San Antontxu, y hasta ahí podemos leer.
Guk de Oro 2025 y pregoneros festivos. ¿Lo esperábais?.
–No rotundo. Hasta estuvimos en dudas de aceptarlo. Luego dijimos que sí porque pensamos que si habían pensado en nosotros, será que nos lo merecemos. No obstante, seguimos opinando que hay mucha gente que se lo merece más.
¿Pertenecéis a alguna de las seis cuadrillas de fiestas?.
–Tenemos de todo un poco, sí. Inclusive y muy importante, a los fundadores de El Bo-li, un nombre sin sentido como nosotros mismos, y que ha hecho más daño a las fiestas que el Covid, que se sepa (risas). No, en serio, 243 miembros tienen este año. ¡Increí-ble!, no dábamos un duro cuando empezamos por su continuidad. Hay que recuperar a Aldunak, Anaitasunak y El Follón, ¡qué tiempos aquellos!.
¿Qué os parece lo del Iguarrako de oro?.
–Un acierto total, un revulsivo para salir cada jornada a darlo todo, que haya salseo y de vidilla. A todo lo que sea mejorar y divertirse hay que decir que sí, siempre. Así que Iguarrako de oro ¡Bienvenido!, a ver si la gente no se va de vacaciones hasta terminar las fiestas, que por ahí va el pregón.
No vais a dejar títere con cabeza…
–En nuestra línea, ya que nos han puesto aquí aprovecharemos para soltar cuatro ver-dades, y no va a ser escueto, que hay mucha tela que cortar, desde Gaza al Ticket Bai en txosnas.
¿Qué es lo que más y lo que menos os gusta de las fiestas?.
–Lo que más el txupinazo, no por el acto en sí, sino porque es el momento en el que ves una multitud de gente contenta, que para eso es la fiesta. Bastante avinagrados estamos el resto del año. Lo que menos, desde hoy va a ser el marmitako, que mira que dejarnos los últimos ¡Si nos ha quedado buenísimo! (risas). A ver, igual lo peor es lo que se alarga esto con las previas. Que no somos San Fermín, ni La Blanca ni Aste Nagusia para decir que es del 12 al 17 caiga como caiga. Sabiendo que txosnas va a abrir el sábado habría que lanzar ese día el txupinazo y terminar por todo lo alto, la noche de San Roque, tras las carrozas. Claro esta, absorbiendo ese día los concursos de Mendiko Lagunak y la comida en las campas. ¡Sería la bomba!.
Un deseo para estos días.
–Que no haya que lamentar ningún acto incívico, lo primero, y como no vamos a tener mejor ocasión: que las fiestas de invierno de este pueblo superen a las de verano en actos y presupuesto. Y ya puestos, que nos dejen ser jurado de carrozas y de certámenes gastronómicos, y meternos en los cabezudos... se iban a enterar (risas).