Cinco familias alavesas acogerán a seis menores ucranianos este verano
La asociación Chernóbil es la impulsora del proyecto que busca el descanso de ucranianos de entre 6 y 18 años
Cinco familias alavesas acogerán a seis menores ucranianos durante dos meses dentro del marco de las vacaciones de verano de este año. Es la cifra confirmada por la asociación Chernóbil elkartea, que desde 1995 trabaja para brindar a los menores de este enclave de Ucrania un verano de descanso: primero, lejos de la radiación de la zona; y segundo, del conflicto bélico que azota al país desde 2022.
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Marian Izagirre, presidenta de la asociación, explica a este periódico que el objetivo desde hace un par de años es “ampliar el número de familias” en Álava, ya que es un territorio que “nos cuesta”, si bien en los pueblos de Guipúzcoa que limitan con Álava hay una mayor acogida. En este sentido, hace hincapié en la importancia del boca a boca para captar nuevas familias dispuestas a acoger a menores ucranianos que necesitan unos meses de desconexión.
Los requerimientos para convertirse en familia de acogida se fundamentan, principalmente, en disponer de “tiempo y ganas”. “No pedimos requisitos concretos en cuanto al modelo de familia. Nos sirve cualquiera que esté dispuesta a atender a un menor y, sobre todo, que tenga disponibilidad en cuanto a tiempo y espacio”, precisa Izagirre, quien subraya que “los niños requieren atención”.
Eso sí, la asociación Chernóbil, impulsora del proyecto Acoge-Acompaña, no deja de lado a las familias durante el proceso de acogida y garantiza el apoyo desde el primer instante en el que los jóvenes aterrizan en la capital alavesa. “Procuramos que estén atendidas por parte de la asociación y por las monitoras que llegan a Vitoria”, añade.
“Nos sirve cualquier familia que esté dispuesta a atender a un menor y tenga disponibilidad en cuanto a tiempo y espacio”
Los menores que llegan a Vitoria-Gasteiz durante los meses de verano tienen edades comprendidas entre los seis y los 18 años. “Antes de la guerra traíamos a menores de hasta 14 años, pero entendemos que los mayores también merecen descansar del conflicto”, explican desde la asociación, donde aseguran que han tenido que “hacer las cosas de forma diferente porque los menores lo necesitan”.
Un respiro necesario
Los beneficios para estos niños y niñas son incalculables. “Son dos meses en los que duermen tranquilos, no salen corriendo cuando suena una alarma antiaérea”, destaca Izagirre, quien añade que, “aunque estar fuera de casa siempre es complicado, es un tiempo que disfrutan y viven con menos preocupaciones”.
La zona de procedencia de los menores –el territorio próximo a Chernóbil– “es una zona declarada catastrófica y económicamente muy castigada”. “Solo quedan cuatro trabajos y eso no permite que la sociedad prospere”, agregan desde la asociación, que además advierte: “Al estar a ochenta kilómetros de Kiev, los drones que se dirigen a la capital pasan por encima de sus cabezas”. La asociación pone a disposición de aquellas familias interesadas en participar en el programa el número de contacto 670 419 078.