Gorka Urtaran da cuenta, por ejemplo, de los últimos avances de la futura residencia de Salburua, que sigue el mismo modelo de colaboración público-social de Arabarren y cuyo anteproyecto básico ya está redactado. Y pone cifra, nada menos que 300 millones de euros al año, a lo que supondría publificar todos los centros de cuidados para mayores de Álava, mientras confía en la resolución del conflicto en la red privada y responde sobre otras numerosas iniciativas de todos los ámbitos de su competencia.
Al presentar su acción de gobierno prometió una reestructuración de su departamento para afianzar “un nuevo modelo basado en el cuidado”. ¿Álava va por el buen camino?
Sí, vamos dando pasos importantes para que a las personas se les atienda por su necesidad de cuidados y no por la edad o la contingencia que les aflige. Hemos creado ya en el IFBS una área relativa a la Inclusión y la Violencia Machista y vamos a seguir dando pasos en los próximos meses, con una secretaria técnica que hemos contratado, para abordar esa reestructuración que permitirá especializarnos en los cuidados que tenemos que dar a las personas que atendemos en su entorno comunitario, porque más del 80% quieren seguir en casa. Y, por otra parte, ofrecer cuando sea necesario los mejores cuidados en residencias.
En esa doble apuesta de su área, ¿cuántos nuevas residencias están ya cerca de ser una realidad?
En estos momentos se están construyendo en Vitoria-Gasteiz dos residencias de iniciativa privada –junto al Txagorritxu y en Zabalgana– que van a ofrecer algo más de 250 plazas. Con estas más la oferta que ya existe, podemos decir que cumpliremos el ratio de cinco plazas por cada 100 mayores de 65 años. Aparte, seguimos trabajando en nuestro proyecto de la nueva residencia de Salburua.
¿En qué punto está?
Estamos ya preparando los pliegos para poder redactar el proyecto constructivo, para poder realizar la obra y poder gestionar el centro. Partimos de un anteproyecto básico que está basado en el modelo de residencia de Egurtzegi, en Usurbil, que es punta de lanza en cuidados residenciales para personas mayores dependientes.
“Estamos ya preparando los pliegos para poder redactar el proyecto constructivo, realizar la obra y gestionar el nuevo centro de Salburua”
¿Y eso cómo será en la práctica?
La distribución se parecerá más a un hogar que a lo que todos tenemos en nuestro imaginario como residencia: un acceso similar a un portal de vivienda, habitaciones con office, baño o un espacio para poder estar con una salita... Es un modelo que tiene en cuenta la atención centrada en las relaciones entre usuarios, profesionales y familiares y que dibuja un espacio de atención mucho más cálido.
¿Cuándo abrirán la residencia y el centro de envejecimiento anexo?
Me gustaría dar un plazo, pero no me atrevo. Espero que a lo largo de esta legislatura tengamos el proyecto muy avanzado. Al hacer el pliego atendiendo a los tres hitos que he mencionado entendemos que vamos a agilizar los plazos entre uno y otro para ponerla cuanto antes en marcha.
¿Por qué la Diputación no crea más plazas públicas como les reclaman desde los partidos de izquierdas?
Hay mucha demagogia y populismo cuando partidos como Bildu plantean que todo tiene que ser público. Un dato muy significativo: la publificación de toda la red de residencias de personas mayores de Álava supondría unos 300 millones de euros al año. Es decir, todo el presupuesto del Departamento de Políticas Sociales, Indesa incluido. ¿Qué haríamos con el resto de contingencias? Plantear que se pueda hacer pública toda la red de residencias es engañar a la ciudadanía. Es un planteamiento que busca el rédito electoral y probablemente un relato para confrontar con el PNV, que está en posiciones más realistas. En general, Bildu plantea una política demagógica que cuando choca con la realidad genera frustraciones que incluso llevan a dimitir a algunos de sus propios concejales.
¿Cómo marchan las obras del centro de referencia Etxean Bai?
Calculamos que para después del verano podremos tener ya el centro y el nuevo servicio en marcha. Hemos licitado hace poquitas semanas la gestión del programa, lo que va a permitir duplicar las plazas de atención en un corto plazo de tiempo, hasta las 50. Es una de nuestras grandes apuestas: invertir la pirámide de atención y potenciar los cuidados en el entorno familiar y comunitario. Etxean Bai viene a complementar esos servicios que ya se prestan a domicilio.
¿Hasta cuántas plazas podrá crecer el programa esta legislatura?
Yo creo que a final de legislatura llegaremos con unas 270 plazas en el programa, aunque en todo el contrato se contempla llegar hasta las 500.
Urtaran responde también sobre dos temas candentes relacionados con la acogida de personas: el nuevo reparto de los menores extranjeros acogidos en Canarias y el macrocentro de refugiados proyectado en Arana.
-Al hilo del nuevo sistema de reparto de menores no acompañados que se ha acordado en Madrid. ¿Álava tiene capacidad para acoger más?
-Hay que esperar a ver cuál va a ser la cifra definitiva y si con los recursos que tenemos y vamos a implementar, porque vamos a crear un nuevo centro para ocho menores, será suficiente o habrá que valorar la apertura de nuevos recursos. En todo caso, en estos momentos tenemos 81 menores migrantes solos atendidos. Es cierto que el centro de acogida presenta una situación de sobreocupación y que tendremos que estar atentos. Vamos a ver cómo se resuelve, pero lo que se ha demostrado es que Euskadi ha estado a la altura para buscar una solución y también se ha desvelado el desigual esfuerzo que las comunidades autónomas están haciendo por atender a los menores migrantes solos.
-Sin dejar de lado la acogida de personas, usted siempre ha cuestionado el macrocentro de refugiados proyectado por el gobierno central en la antigua residencia Arana. ¿Hay margen para dar marcha atrás o redimensionar este proyecto?
-Debería haber margen y el centro se debería repensar, porque este modelo que está impulsando el Estado creo que no es el adecuado para garantizar la integración de estas personas en nuestra sociedad. Tener aquí en Vitoria-Gasteiz un centro para 350 personas sabiendo que la mayoría de las solicitudes de asilo son denegadas y que estas personas van a salir en el mayor de los desamparos del centro de refugiados a la puerta de los servicios sociales... creo que puede ser un inconveniente, especialmente para las personas que han sido atendidas allí y por extensión para la propia ciudad. Esto me preocupa mucho y creo que se debería reflexionar. Hay que atender a estas personas pero, evidentemente, con un modelo mucho más dimensionado. Esto hay que gestionarlo como la crisis canaria, hay que afrontarla y hay que intentar buscar una solución. Mirar para otro lado y esperar a que las obras se hagan y dejar que el modelo de macrocentros se instale en Vitoria-Gasteiz creo que va a generar más problemas tanto para las personas solicitantes de asilo como para la propia ciudad y el territorio.
El acuerdo presupuestario con EH Bildu incluye una partida para facilitar el primer convenio en la red residencial privada. ¿Hay avances?
Es prioritario mejorar las condiciones de la plantilla. El acuerdo nos ha permitido disponer de 6 millones de euros para los ejercicios 25, 26 y 27, de tal manera que podamos mejorar la última propuesta que las patronales hicieron en el Consejo de Relaciones Laborales. En estos momentos, tomando como base el perfil de gerocultora, plantemos una mejora salarial de 3.850 euros en esos tres años, de los que 2.100 irían ya en 2025, y una reducción de jornada de 100 horas al año, sumando esa propuesta de la patronal al complemento que realizaría la Diputación. Es un salto cualitativo. La Diputación ha hecho sus deberes y ahora la pelota está en el tejado de las patronales y los sindicatos. Esperemos que podamos llegar a un acuerdo de mínimos.
¿Pero cuál ha sido la receptividad de las partes? Porque esta semana los sindicatos han dicho que esta mesa está “totalmente bloqueada”.
Esta misma semana hemos trasladado a las partes esta propuesta y la mejora es sustancial. Que se apruebe en este primer momento no significa que no se sigan reivindicando mejoras laborales en otros conceptos. Pero cuando legítimamente se ha apostado siempre al todo o nada y siempre sale nada, igual hay que plantear otra estrategia o aprovechar esta oportunidad, porque las oportunidades vienen pero también se van.
“Planteamos para la red privada una mejora salarial de 3.850 euros en tres años, de los que 2.100 irían ya en 2025; es un salto cualitativo”
¿La propuesta tiene caducidad?
Bueno, les instamos a que en el plazo de dos o tres semanas pudieran valorarla y nos respondan sin perjuicio de que las partes luego puedan incorporar otras mejoras.
¿El refuerzo de los equipos de valoración de la discapacidad bastará para acabar con al atasco actual?
En 2024 llegamos a tener 6.700 expedientes abiertos con un plazo medio de resolución de siete meses y medio. En comparación con otras comunidades estamos muy bien, pero eso no nos consuela. Tenemos que ser exigentes, entender que las personas que solicitan la valoración o su revisión están en una situación de vulnerabilidad y nuestra voluntad es reducir en la medida de lo posible ese plazo.
Más allá de la apertura de Lakondoa, ¿qué más novedades cabe esperar en este ámbito en el que también ha habido quejas de familias?
La Diputación ha venido haciendo un esfuerzo en este ámbito que probablemente no sea suficiente para todas las familias, pero que sí demuestra la voluntad de atender esta contingencia. En los últimos tres o cuatro años se han aumentado en unas 60 las plazas residenciales para personas con discapacidad intelectual o física en residencias como Sanitas o Arabarren, y hemos abierto un centro de día para personas con trastorno del espectro autista de 20 plazas. A esto se va a sumar Lakondoa y, a principios de 2026, la apertura del centro de Laudio. He podido estar con muchas familias de personas con autismo que van a acabar también su periodo educativo en Gorbeialde y tienen razón: necesitan un apoyo y vamos a intentar dárselo cuanto antes.
La Oficina de Vida Independiente, otro recurso destinado a este colectivo, ¿cuándo estará en marcha?
Parece que todas las cuestiones que quedaban pendientes están resueltas y en las próximas semanas podremos anunciar la apertura.
También para este año han anunciado la apertura de un centro para atender la exclusión social. ¿Vivimos una epidemia en este ámbito?
Hay que reconocer que la Diputación tenía un debe en materia de exclusión social. Pero ya estamos dando un protagonismo mayor a todas las políticas relacionadas con la inclusión social y ahora vamos a abrir este nuevo centro residencial con 14 plazas y 10 de centro de día.
Dice que la Diputación tenía un debe
Sí, hay que reconocerlo. Históricamente, las políticas de inclusión han pivotado fundamentalmente en el Ayuntamiento. Y la Diputación, que atiende tantos frentes, tenía aquí una tarea pendiente que en cierta manera va a cubrir con esta apertura.
¿En qué plazos está el segundo Centro de Acción Inmediata (CAI) para víctimas de la violencia machista?
Estamos ultimando la firma del arrendamiento y habrá que hacer unas pequeñas obras de adaptación para cumplir la norma. Cuando eso esté ya terminado se podrá abrir.