Cosmética oncológica ‘made in’ Vitoria
El laboratorio María D’uol, pionero en el desarrollo de una línea para aliviar el impacto de los tratamientos contra el cáncer sobre la piel, última un ensayo clínico con el hospital Gómez Ulla y prepara “nuevas sorpresas”
La farmacéutica María Unceta-Barrenechea ha sido pionera en muchas ocasiones a lo largo de su vida. Por fijar un inicio a esta historia, allá por 1992 puso en pie “desde cero” la primera empresa de cosmética de Álava, cuando aún existía una errónea creencia generalizada de que aquí no podían elaborarse productos de calidad para cuidar la piel de las personas.
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María D’uol, aquella hija pequeña, fue haciéndose mayor a base de trabajo y grandes dosis de “ilusión”, moviéndose por diferentes localizaciones de Gasteiz y lanzando al mercado, progresivamente, cada vez más referencias: cremas, lociones o geles con un fuerte componente de I+D y muy variadas aplicaciones que sentaron las bases del crecimiento, y también del prestigio, del laboratorio.
Una nueva revelación
18 años después de echar a andar, Unceta-Barrenechea tuvo una nueva revelación a raíz de un diagnóstico de cáncer que le tocó muy de cerca. ¿Por qué no aplicar los conocimientos adquiridos durante todo ese tiempo al cuidado de la piel del paciente oncológico?
Fue el germen de María D’uol Oncology, la primera línea dermocosmética formulada en el conjunto de Europa para prevenir, aliviar y reparar los efectos secundarios producidos en la piel por la quimio y la radioterapia.
“Sabiendo que iba a haber una lesión, lo que queríamos era prevenir y evitar un mayor sufrimiento en el paciente"
“Sabiendo que iba a haber una lesión, lo que queríamos era prevenir y evitar un mayor sufrimiento en el paciente, en lugar de utilizar después de aparecer la lesión el antibiótico o el corticoide”, contextualiza Unceta-Barrenechea en conversación con este periódico.
Apoyada en sus principios activos y materias primas “de primera calidad” y en toda esa experiencia acumulada, las investigaciones dieron como fruto apenas cinco años después el desarrollo de los seis primeros productos indicados para hacer la vida mejor a los pacientes con cáncer en tratamiento.
Corría el año 2015 y Unceta-Barrenechea empezó entonces a llamar “puerta a puerta” a los hospitales para dar a conocer sus productos y que llegasen, poco a poco, a las personas afectadas. Empezando por Txagorritxu,referente oncológico en el territorio.
“El primer paradigma fue hacer ver a los médicos que el cuidado de la piel es igual de prioritario, que la calidad de vida de la persona es un conjunto. Y esto ha sido un camino muy, muy largo”, recuerda.
Mano a mano
Con el paso tiempo, a base de visitar unidades de oncología, dialogar con personal sanitario y pacientes y de acompañar a las personas afectadas, los productos de María D’uol fueron haciéndose un hueco cada vez mayor, apoyándose también en el boca-oreja, y su línea evolucionando y ampliando su alcance.
Los testimonios de personas que han mejorado notablemente su salud cutánea llegan muy habitualmente al laboratorio. “Cuando te mandan fotos de lo bien que tienen la piel y te dicen que tus fórmulas han sido mágicas, es el mejor regalo”, celebra.
A día de hoy, son ya ocho los productos que integran la línea oncológica de María D’uol: un bálsamo reparador para atenuar los efectos secundarios de la quimio y la radio sobre la piel, la crema Radio Skin Lotion –que disminuye la radiodermitis–, un aceite reparador, una loción reparadora con efecto cicatrizante, un sérum calmante, Beauty Cream, Beaty Color –otras crema– y un protector solar para las pieles sensibles, intolerantes y reactivas al sol. Made in Álava de principio a fin.
“Toda la cadena se hace aquí: I+D, fabricación, envasado y también comercialización”
“Toda la cadena se hace aquí: I+D, fabricación, envasado y también comercialización”, subraya Unceta-Barrenechea.
El trabajo y la investigación en el laboratorio vitoriano, que se ubica en el complejo industrial de Olarizu, no se detiene, como tampoco lo hacen la investigación y los avances contra el cáncer.
“Nuestra investigación va ligada ahora a los efectos secundarios de los nuevos tratamientos”, desliza la emprendedora, cuyo laboratorio está trabajando ya en el desarrollo de “nuevas sorpresas” de las que más pronto que tarde espera dar noticias.
La inmunoterapia, un tratamiento oncológico de última generación que también deja importantes efectos secundarios sobre la piel de los pacientes, se encuentra por ejemplo en el punto de mira del laboratorio, que al mismo tiempo está ultimando un ensayo clínico con el hospital madrileño Gómez Ulla en el que toman parte 220 pacientes.
El estudio está testando el empleo de probióticos en la crema Radio Skin para aumentar las defensas de la piel y su efecto reparador. “Comenzamos en 2019 y estamos ya casi terminando y desando ya ver los resultados. Es un esfuerzo grandísimo”, remarca la farmacéutica, quien pone en valor esta “muy importante” apuesta dentro de un sector como el de la dermocosmética que no acostumbra a realizar investigaciones tan exhaustivas.