Tras más de un año de obras, Artziniega ha visto recuperar esta semana los espacios del, sin duda, centro neurálgico de la actividad cultural y social del municipio: su Kultur Etxea, que ha sido sometida a una reforma integral.
De hecho, se ha renovado el tejado, se ha ganado una segunda planta bajocubierta y se ha efectuado una completa mejora energética, consistente en la instalación de un sistema de suelo radiante en la planta baja, así como otro de “fan colis” en el primer y segundo piso, que permite climatizar únicamente las estancias a utilizar. La ventilación del edificio, por su parte, se realizará también de forma independiente en cada planta con un recuperador de calor de alta eficiencia.
En estos momentos, “solo estamos a falta de que Iberdrola haga la nueva acometida eléctrica para el aumento de la potencia y probar las nuevas instalaciones y ascensor”, ha explicado el alcalde, Joseba Vivanco, que también ha dado cuenta de que los trabajos, llevados a cabo por la empresa Intxausti, “han costado 1.717.298 euros; es decir, casi 154.000 euros más del precio en el que fue adjudicada, de los que un 3% corresponden a trabajos no previstos en el proyecto inicial y el resto a incrementos del coste en mediciones de obra, y que los asumirá el Ayuntamiento”.
Con todo, el resto prácticamente han podido cubrirse con cargo a diferentes líneas de subvenciones, “tanto fondos europeos Next Generation, como de Gobierno Vasco (Berpiztu o Erein) y Diputación alavesa (Plan Foral de Obras)”, ha recordado el regidor.
En la actualidad se están preparando los pliegos de condiciones para licitar la adjudicación del equipamiento interior del edificio, que albergará diferentes aulas y espacios para acoger muy diferentes actividades culturales y sociales.
“No tenemos prisa por poner el edificio a pleno rendimiento; preferimos ir paso a paso y tratar de hacer las cosas lo mejor posible”
Entre los previstos destaca la biblioteca y una sala multiusos (cursillos, charlas, proyecciones, bailes, exposiciones...) en la planta baja; aulas para cursillos, clases de música y sala de ensayos musicales en la primera planta; y sendas zonas de gazteleku-ludoteca y espacio para coworking, en la planta segunda.
Regreso paulatino
La entrada en funcionamiento de los diferentes espacios de la nueva Kultur Etxea será paulatina en los próximos meses, a medida que se vaya equipando su interior y se apruebe una ordenanza municipal de funcionamiento y uso de las instalaciones.
“No tenemos prisa por poner el edificio a pleno rendimiento; preferimos ir paso a paso y tratar de hacer las cosas lo mejor posible”, ha matizado Vivanco.
De momento, en enero, el Ayuntamiento programará visitas abiertas a la población para que conozcan el resultado de la reforma. “La gente se va a sorprender con el resultado de lo que se ha hecho. El cambio es total y disponer de esta Kultur Etxea es todo un hito para Artziniega", ha señalado el primer edil de Artziniega.
"A partir de ahora se trata de ir dando contenido a todos los espacios habilitados y que al resultado de la reforma, que a la gente le va a encantar, en adelante le acompañe sacar a este edificio el mayor rendimiento posible", ha añadido Joseba Vivanco.
Un edificio que, con la distribución de espacios hecha, facilita a futuro su polivalencia; si dentro de unos años, da igual dos que diez, hay nuevas necesidades de espacios o actividades, el edificio permite adaptarse a esas necesidades”, ha indicado el alcalde.
Además, la entrada en funcionamiento de la Kultur Etxea en 2025 coincidirá con la esperada puesta en marcha del hotel-torre de Ortiz de Molinillo y Velasco, con entre ocho y diez habitaciones, “una vez finalicen las obras de reforma y se saque a concurso la prestación del servicio”; así como con la ejecución de las obras del nuevo centro de atención diurna que se ubicará en Geltoki Plaza, con capacidad para diez personas usuarias.
De hecho, el actual se ubicaba en la planta baja de la Kultur Etxea y cuando fue trasladado a su ubicación provisional, ya se informó de que no regresaría a este inmueble.