2024 viene marcado hasta ahora por las caídas acumuladas respecto a 2023 tanto en carga, aunque más leve, como en pasajeros. ¿Con qué expectativas afronta esta campaña de invierno en Foronda?
Con una visión más amplia que lo que es propiamente la temporada aeronáutica invierno 2024. Las compañías aéreas ya están pensando en la programación regular del verano 2025, que irá de abril a octubre y esperamos sea acorde a la actividad del territorio, a las necesidades de transporte aéreo que precise Gasteiz y toda su área de influencia. El crecimiento progresivo del turismo y de actividad económica permite que se genere más demanda de transporte aéreo, y no cabe duda de que como destino tenemos mucho que ofrecer.
¿Qué pueden seguir aportando al aeropuerto las conexiones con Alicante, Sevilla, Bérgamo y Charleroi?
A mi entender lo importante es lo que dichos destinos aportan a Gasteiz, a Araba y, en definitiva, a Euskadi. No cabe duda de que estos vuelos siguen operando porque satisfacen la necesidad de conectividad, tanto de la población residente como de las personas que vienen a visitarnos ya sea por unos motivos u otros.
¿Se está trabajando en más operativas chárter de las ya conocidas?
No me cabe duda de que las agencias de viajes, los tour-operadores siguen trabajando en todos los posibles destinos de interés vacacional o cultural que en determinadas fechas del año puedan alcanzar una alta ocupación de asientos, que es lo que permite que se lleven a cabo los referidos vuelos en Navidad, Semana Santa, San Prudencio...
Esta será la última temporada de invierno con el actual concurso de promoción de Foronda. ¿Qué rutas de pasajeros apostaría por mantener más allá de ella y cuáles por recuperar o incorporar?
Partiendo del hecho de que para que exista una ruta es imprescindible que haya pasajeros suficientes que de manera regular la utilicen, alcanzando los niveles de ocupación con los que la compañía haya realizado el plan de negocio de viabilidad de esa ruta; además de los destinos que se mantienen por la buena ocupación de los aviones, sería bueno que hubiera destinos distintos que complementen los ya existentes en nuestra área de influencia. Es el caso de Colonia, que ha operado desde Vitoria en sucesivas temporadas de verano. Pero esto no es una decisión del gestor aeroportuario, sino de la compañía aérea, que en todo caso toma la decisión en atención a la previsión de ocupación de la ruta y a su Plan Estratégico.