Los casos de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDHA) en Álava han presentado una tendencia al alza en estos últimos años. Una patología que se ha extendido “sobre todo” en adultos de 40, 50 o “incluso 30 años”. Así lo destapa Garazi García, trabajadora social de la asociación alavesa Anadahi, que agrupa a afectados y familias y que actualmente alberga 365 socios.

"Todos esos adultos que de niños estaban frustrados porque jamás supieron lo que tenían, ahora tienen esa información"

En este contexto, García explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que la razón no es otra que el “conocimiento” que la sociedad alavesa tiene ahora acerca de esta enfermedad; lo que da lugar a un mayor número de diagnósticos y, por ende, un mayor número de casos. “Antiguamente no se diagnosticaba, no era una patología que se conociera. Todos esos adultos que de niños estaban frustrados porque jamás supieron lo que tenían, ahora tienen esa información. Sospechan que algo no va bien, van atando cabos y entonces deciden acudir al profesional del diagnóstico y, efectivamente, han tenido un TDAH que no se lo han tratado nunca”, asegura la trabajadora social.

En este sentido, García celebra que este trastorno esté en pleno siglo XXI más “normalizado”, que ya no se trata de “un tema tabú”, por lo que las personas adultas “empiezan a conocer las características y se ven reconocidas”. Señala que es a esta edad cuando finalmente comprenden que, en su infancia, “no era un desastre en clase o el payaso del aula; sino que tenía esta enfermedad y nadie me lo había dicho”.

Una patología con la que “se nace y se muere”. Aunque, como matiza la trabajadora, “se va transformando con los años”, ya que “cambia con la madurez”. “La enfermedad suele afectar más cuando eres más pequeño, porque con cinco años te estarías subiendo a un árbol y con 50 no. Pero, es probable que cuando estés sentado en una silla estés todo el rato moviendo la pierna. Por lo que varía, pero no se va”, aclara García.

Diferencias entre niños y niñas

Son los varones quienes presentan la combinación de hiperactividad e inatención; aunque el tipo hiperactivo es el que “predomina” en ellos. En cambio, en las niñas, es más común que se aprecie el factor “inatento”.

"Nos damos cuenta antes del TDAH en los niños, cuando son demasiado movidos"

Nos damos cuenta antes del TDAH en los niños, cuando son demasiado movidos, por lo que enseguida buscas respuestas. Sin embargo, ellas tienen más predominio del inatento y normalmente se percibe cuando empiezan a fracasar en el ámbito escolar. Pero al no molestar, es más difícil de diagnosticar”, concreta García.

Test para detectar TDH en un paciente ajeno a esta información Josu Chavarri Erralde

De hecho, es en ese mismo entorno escolar donde tienden a sonar las alarmas de que algo ocurre. Principalmente, porque es “donde pasan la mayoría del tiempo del día”; donde mayormente se aprecia esa inatención. Y en concreto, en la etapa de Primaria, cuando los escolares comienzan a trabajar la lectoescritura. “El docente se da cuenta de que el niño tiene algo cuando empieza a requerir un esfuerzo a nivel escolar. Entonces habla con la familia y acuden a pediatría a que le deriven al Servicio de Psicología Infanto-juvenil, donde le pueden realizar el diagnóstico”, explica.

Por otro lado, García afirma que aunque el TDAH sí que tiene generalidades, “cada personalidad es un mundo”. Y entre los principales síntomas, expone que “a un niño hiperactivo le cuesta mucho estar quieto en su silla, se mueve, habla y al final boicotea un poco la clase”. “Además, no retiene las lecciones ya que no es capaz de escuchar más de diez minutos seguidos lo que está diciendo el profesor, ni de leer en diez minutos un texto que requiere cinco. No entiende lo que ha leído, son olvidadizos, no recuerdan qué estaban haciendo, pueden empezar a hacer 50 cosas a la vez y no terminar ninguna”, añade la trabajadora.

Cerebro con TDAH

Tal y como informa García, el TDAH se trata de un problema neuronal, de neurodesarrollo. Mientras que “las neuronas en un cerebro normal funcionan mediante neurotransmisores (dopamina, serotonina), una neurona manda un mensaje y otra lo absorbe, en un cerebro de TDH, la neurona no es capaz de absorber ese mensaje y se pierde por el camino. Y de ahí vienen los problemas de inatención”.

Una situación para la que aún no existe un tratamiento definitivo, aunque sí “medicación puntual” que “siempre va a tener que estar ahí”. En este marco, “lo que hace la medicación a nivel farmacológico es darle la fuerza a esa neurona para que recoja la información. Esa neurona está funcionando bien durante ciertas horas”, matiza la profesional.

Terapias, fundamentales

Y junto a esa medicación, García añade que son “igual de importantes las terapias psicológicas”. En este sentido, expone que cuando son txikis, se requieren terapias cognitivo-conductuales, y que, si se desarrollan a nivel grupal con niños de la misma edad y trastorno, es más favorable para ellos, principalmente porque se trabaja toda la patología. Y todo ello a través de técnicas de relajación; gestión de la frustración así como los posibles sentimientos y habilidades sociales. Herramientas que “facilitan y ayuda mucho” la vida como adultos, ya que, “un TDAH no tratado deriva en una adolescencia complicada”.

Origen

"Algunos estudios confirman que puede derivarse de problemas en el parto, pero como tal no se sabe"

Por otro lado, la profesional de Adanahi recuerda que no se conocen a ciencia cierta las causas que dan lugar a un diagnóstico de TDAH. “Se sabe que es un factor biogenético, que generalmente es hereditario. Algunos estudios confirman que puede derivarse de problemas en el parto, pero como tal no se sabe”, señala García

Lo que sí se estima es el rango de edad en el que puede aparecer. “Hay niños que apuntan maneras con una hiperactividad brutal desde pequeños, pero no se les puede hacer un diagnóstico porque muchos de ellos son movidos. Entonces hasta que no llegamos a un nivel de 6, 7, 8 años dependiendo de la criatura, no se puede hacer un diagnóstico. Es en el proceso de lectoescritura cuando se exige un nivel de esfuerzo y se ve que no son capaces, no que no quieran hacerlo”, explica García.

 De hecho, es en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, conocido como DSM-5, –“protocolo que hay que seguir para este tipo de diagnósticos”– donde se explica que entre los siete y ocho años sería un diagnóstico claro.

Anadahi, fuente de apoyo para afectados de TDH y familiares

Desde el año de su fundación, en 2002, la asociación Anadahi ubicada en la calle del Pintor Vicente Abreu de Vitoria, atiende tanto a los afectados por TDAH como a las familias; resolviendo dudas y ofreciendo recursos que pueden solicitar en el ámbito escolar, sanitario y demás. “Nuestro objetivo siempre ha sido dar a conocer la patología y que se respeten nuestros derechos; además de ofrecer ese apoyo a familias y afectados”, señala a este diario la trabajadora social de la entidad alavesa, Garazi García.

Para ello, cuentan con la colaboración voluntaria y continuada de profesionales de la psicología, psiquiatría y pedagogía. “Son bastantes los problemas que se asocian al TDAH. Aquí vienen familias muy perdidas, que desde hace tiempo ven mal al niño y agotado de acudir a logopedas o psicólogos. Y es que un niño con estas características también puede agotar mucho, incluso hacer mella en la pareja”, expone García.

Asimismo, también invitan a participar en actividades, cursos y talleres, entre otros. “Por aquí han pasado muchas familias. Algunos empezaron siendo niños y ahora son adultos”, indica García.

Es por ello que desde Anadahi intentan estar al corriente de las novedades en el tratamiento de este trastorno, informar a las familias asociadas y sensibilizar a los agentes sociales de este trastorno psicopatológico y de las consecuencias que puede generar en la vida adulta. Y, como recalcan, ofrecer esa ayuda que les empuja a poder empezar con “terapias individuales”. “Comienzan a trabajar distintas herramientas con un psicólogo para ver cómo puede ser funcional en el día a día”, concreta la trabajadora social.

más allá de álava Además de trabajar en el ámbito territorial alavés, Anadahi trabaja conjuntamente con Bizkaia y Gipuzkoa en la Federación Vasca de Asociaciones de TDAH, y es ahí donde están en “constante contacto” con los departamentos de Educación y Sanidad del Gobierno vasco.