Los agricultores miran al cielo para comprobar las condiciones meteorológicas que han de guiar las últimas semanas antes de iniciar la vendimia en Rioja Alavesa. Tal y como apuntaba DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la campaña de recogida este año se va a retrasar hasta 12 días en relación a la costumbre y a lo observado en 2023 para generalizarse a mediados de septiembre. Y, además, no será un curso que mejore los resultados precedentes, ya que los análisis realizados a pie de viñedo apuntan a que se recogerá una menor cantidad.

La Casa del Vino ha hecho pública esta semana el último informe de situación del viñedo en Rioja Alavesa y la Cuadrilla de Ayala. El servicio foral de Viticultura y Enología prevé que las condiciones de las últimas semanas hagan que el comienzo generalizado de la vendimia tenga lugar a mediados de septiembre, algo más tarde que en los últimos años. Además, consideran que la uva tinta necesitará cerca de 10 días más para madurar.

Calor y falta de lluvias

Según portavoces de la Diputación alavesa, en cuanto a meteorología, este mes de agosto está siendo un mes caluroso y seco. Se han registrado dos tormentas puntuales de intensidad variable por zonas. Así, el 2 de agosto se registraron 9,2 mm en Moreda pero tan sólo 3 mm en Labastida. Las tormentas más intensas se han registrado entre el 13 y 14 de agosto, dejando entre 13-14 mm de forma escalonada y refrescando los viñedos de Labastida, Villabuena y Baños, pero han sido menos generosas en zonas como Lapuebla o Elvillar.

De todas formas, este mes se ha acudido al riego en las zonas con acceso a regadío (Lapuebla, Laserna, Baños…) para paliar el stress hídrico que está afectando a hojas basales, viñedos jóvenes y a las caras de los viñedos más expuestas al sol de tarde.

Inicio del envero

El inicio del envero marcado por temperaturas suaves se produjo unos 10 días después respecto a los dos años anteriores. Esa tendencia se ha mantenido de forma generalizada, ayudada ahora por las altas temperaturas diurnas, mayores de 35 grados, que provocan que la actividad de la cepa se ralentice.

Además, en el mes de julio y lo que llevamos de agosto, exceptuando días puntuales de ola de calor, se está dando suficiente amplitud térmica diurna y nocturna, que favorece los procesos de envero y maduración.

Si continúa esta tendencia, parece que el ciclo se completará de forma óptima en fechas próximas al 15 de septiembre para la uva blanca y 10 días más tarde para la tinta. Estas estimaciones dependerán como siempre de la meteorología en estos 40 días que quedan por delante.

En estas fechas el grueso de los viñedos se encuentra en estado fenológico M2 de pleno envero, y las zonas más adelantadas han entrado ya en maduración (N). En esta campaña se espera menor cantidad de uva, reflejo de la menor cantidad de racimos, que además son de menor tamaño y con granos más aireados.

Esta característica favorecerá una mayor relación hollejo-pulpa que determinará parámetros tan importantes en el grano como los compuestos fenólicos (entre ellos taninos y antocianinas), y junto con el ajuste de la madurez tecnológica a la fenólica, garantizará una añada enológicamente muy interesante.

En estado óptimo

En cuanto a sanidad vegetal se mantiene el óptimo estado sanitario del viñedo, manteniéndose controlados los posibles focos de mildiu larvado u oídio por medio de los preceptivos tratamientos, que estos días están ya llegando a su fin.

Además, se está realizando algún aclareo puntual para garantizar que los racimos estén sueltos, evitando que se apelmacen entre ellos y puedan ser origen de Botrytis en fechas venideras.