Se han dado a conocer los últimos datos de las compensaciones que tienen que pagar las compañías de seguros a los productores de uva afectados por las condiciones meteorológicas a lo largo de la presente campaña en el Estado.

En principio, y a la espera de las últimas semanas antes del inicio de la vendimia, los viticultores alaveses parecen haber salvado la papeleta. Según los datos de Agroseguro, las vides, fundamentalmente en Rioja Alavesa, han sufrido daños esta temporada en alrededor de 1.200 las hectáreas, principalmente, por heladas durante el pasado mes de abril.

Esa cifra, aproximadamente el 9% de la superficie destinada a este cultivo en la comarca, contrasta vívidamente con lo acaecido en 2023, cuando las compensaciones por daños llegaron a los 1,6 millones. Aún es pronto para contabilizar la cuantía de la compensación de este año, ya que hay que esperar a comprobarla evolución final de las plantas tras aquel episodio.

En cualquier caso, según los datos aportados por Agroseguro, que es la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, que se encarga de la gestión de los seguros agrarios por cuenta y en nombre de las entidades aseguradoras, los daños de esta campaña se han extendido a más de 200.000 hectáreas de viñedo, lo que supone el 50% de la superficie asegurada en el Estado.

Según ha indicado esta entidad, ya han comenzado las evaluaciones definitivas de los daños sufridos por el viñedo en las zonas de producción más temprana, como Extremadura, Aragón o Cataluña, así como los varietales blancos tempranos de otras zonas. A continuación, semana a semana, se irán incorporando el resto de las zonas.

Aunque por el momento se han recibido partes de siniestros correspondientes a casi 175.000 hectáreas, se estima que se van a superar las 200.000, lo que representa la mitad de la superficie asegurada de uva de vino para la cosecha 2024. Para ello, a lo largo de las próximas semanas, más de 250 técnicos valorarán el impacto de los diferentes siniestros registrados durante 2024.

Heladas

De estos, durante los meses de abril y mayo, se registraron heladas que provocaron daños en casi 68.000 hectáreas, principalmente en Castilla-La Mancha y Castilla y León, aunque también en otras zonas productoras como La Rioja, Cataluña, Álava, Aragón y Navarra.

Las tormentas de pedrisco comenzaron en el mes de abril y desde entonces no han cesado en el Estado. Hasta el momento, se han reclamado daños en más de 49.000 hectáreas aseguradas, repartidas de forma generalizada por prácticamente todas las zonas productoras, pero especialmente en La Rioja, Cataluña, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla-La Mancha y Navarra.

Los episodios más intensos fueron los ocurridos en junio, aunque las tormentas de los meses de julio y mayo también fueron severas.

Además, tras sufrir la peor sequía generalizada de la historia en 2023, este año se ha vuelto a sufrir las consecuencias de la falta de precipitaciones y los golpes de calor, con daños en casi 33.000 hectáreas de viñedo de secano, fundamentalmente en Aragón, Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha.

Además, la inestabilidad atmosférica ha provocado la aparición de daños por un riesgo poco habitual: la marchitez fisiológica, que ha causado siniestros en más de 6.200 hectáreas de la variedad bobal, la más sensible a este riesgo, muy presente en Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana.

Aunque aún es pronto para cuantificar las indemnizaciones para los viticultores asegurados, una primera estimación se sitúa por encima de los 92 millones de euros, una de las más elevadas de los últimos años.

Heladas: mal recurrente

Este tipo de episodios acostumbran a ser recurrentes a estas alturas del calendario. De hecho, un análisis de la climatología de los últimos años sirve para comprobar que las heladas que se producen durante la primavera han sido frecuentes en los últimos años, y que son especialmente dañinas para el viñedo, debido al estado fenológico en el que ya se encuentra la vid en estas fechas.

Pese a la importancia de los daños, las de Rioja Alavesa no han sido las únicas vides que han padecido el frío extremo. De hecho, al otro lado del río Ebro, en La Rioja, en total, la superficie siniestrada se elevó en las dos subzonas riojanas de la DOC a 4.367 hectáreas de viñedo.