Las comunidades de las hermanas dominicas en el Casco Histórico de Vitoria, las clarisas de Salvatierra-Agurain y las religiosas de Iesu Communio –repartidas entre Burgos y Valencia– cuentan con una nueva religiosa cada una de ellas.
Se trata de tres jóvenes vitorianas que, tras un tiempo de reflexión profunda, han decidido dar un paso grande en sus vidas con un firme y claro compromiso de seguir a Jesús a través de la oración, el carisma consagrado y la felicidad propia de las comunidades religiosas, según indican desde el Obispado gasteiztarra.
María, de 26 años, Rebeca, de 32, y Virginia, 42, son las tres mujeres que desde la pasada semana han ingresado en estas tres comunidades
María, Rebeca y Virginia
María, de 26 años, Rebeca, de 32, y Virginia, 42, son las tres mujeres que desde la pasada semana han ingresado en estas tres comunidades. La primera de ellas, licenciada en Derecho y ejerciendo la abogacía en un despacho de la capital alavesa, tras viajar a Tierra Santa y discernir su futuro, decidió ingresar en 2022 como postulante en la popular congregación de Iesu Communio en La Aguilera, Burgos.
Años de convivencia
Tras estos dos años de convivencia y de conocer en detalle cómo es la vida religiosa, la pasada semana ingresó de manera definitiva en el noviciado, un paso importante en su camino.
Habiendo experimentado en primera persona este estilo de vida, el pasado 24 de junio, día de San Juan Bautista, ingresó en el aspirantado dominico de esta comunidad sumándose así a las 5 actuales monjas dominicas de Vitoria
Meses de reflexión
Rebeca es también una vitoriana de 32 años que ha estado varios meses reflexionando sobre su futuro. Tras haber estudiado y trabajado en profesiones civiles, decidió pasar unas semanas conviviendo con las hermanas dominicas del convento de la Santa Cruz, en la calle Pintorería, para aclarar lo que sentía por dentro. Habiendo experimentado en primera persona este estilo de vida, el pasado 24 de junio, día de San Juan Bautista, ingresó en el aspirantado dominico de esta comunidad sumándose así a las 5 actuales monjas dominicas de Vitoria.
Futuro religioso
De esta manera estas tres vitorianas han podido discernir con pausa y sin prisa su futuro y han comprobado que la vida religiosa en la Iglesia tiene un camino propio y amplio, donde todas coinciden en seguir a Jesús a través de distintos carismas y estilos. Las tres chicas siguen así pues sus propias etapas formativas –experiencia vocacional, aspirantado y noviciado– tal y como marca la Iglesia. El Obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha felicitado a estas tres jóvenes por su generosa respuesta a la llamada del Señor y sigue de esta manera potenciando la pastoral vocacional en nuestra Diócesis, facilitando en lo posible tanto en comunidades, parroquias, colegios como en familias y jóvenes experiencias de encuentro con Jesús en medio de nuestra sociedad.
Doctora en historia
Y la tercera es Virginia, vitoriana de 42 años y doctora en Historia del Arte por la UPV-EHU. Entró en contacto con las hermanas clarisas de Salvatierra con 24 años por temas de su carrera, siendo estudiante de esta disciplina. Estando alejada de la fe, le llamó la atención la alegría que transmitían estas monjas y lo felices que eran en su vida sencilla y sin posesiones personales.
Más amistad
A medida que pasaron los años fue entablando más y más amistad con ellas hasta que el pasado mes de febrero dejó su trabajo fijo y decidió dar respuesta a sus inquietudes más intimas pasando un mes entero como experienciavocacional. El día 19 ingresó en la comunidad de las clarisas de Agurain a la espera de dar más pasos en su camino vocacional a medida que pasen los próximos meses.