La primavera es una época de transición meteorológica y en el territorio alavés esta circunstancia es especialmente acusada, como lo confirma la oscilación de prácticamente veinte grados que presentan este vienes los termómetros, que tras marcar apenas un grado centígrado en la capital alavesa a primera hora se rozará los veinte a esos de las 18.00 horas.
Así, vitorianas y vitorianos han salido a sus trabajos y escuelas con gruesos abrigos y gorros de lana a la espera de la llegada de una jornada vespertina de terraceo.
A votar abrigados
Durante el fin de semana esta seguirá siendo la tónica, si bien las máximas no superarán los 16 grados el sábado y los 14 el domingo. Hará fresco, por tanto, e incluso frío intenso a primera hora (el domingo podría incluso helar), pero el sol lucirá. Se deben estas condiciones al viento del este y del nordeste, que llega seco y frío del continente europeo, y que obligará a ir a votar con el abrigo puesto, pero al menos sin paraguas.
Ya la semana que viene las temperaturas bajarán, el viento seguirá soplando del nordeste y a partir del mates podría caer alguna gota sobre el territorio.
Daños en el campo
Lo que en la ciudad no va más allá de la necesidad de seguir encendiendo la calefacción en pleno abril o cargar con ropa que luego termina sobrado, en el campo puede tener efectos mas graves. La helada (en Agurain o Campezo las temperaturas llegaron a los tres grados negativos) ha tenido su incidencia en árboles frutales y en diferentes cultivos con consecuencias aún por evaluar.