En Semana Santa, el nudo de Armiñón volvió a comportarse como acostumbra. Cuando se dan grandes avenidas de vehículos en las diferentes operaciones salida de vacaciones y puentes a lo largo del año, su capacidad para la absorción de tráfico en el acceso de las carreteras A-1 a la AP-1 en sentido Burgos se resiente.

Ocurrió hace una semana, cuando la zona vivió retenciones kilométricas y, quizás, no vuelvan a verse más o, al menos, no con las dimensiones habituales. De hecho, la maquinaria responsable de las obras para el desdoblamiento de los accesos a la antigua autopista empezará a trabajar en el proyecto en pocas semanas, en mayo. Así está previsto en el cronograma de este proyecto, desvelado ayer por fuentes de la Diputación a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA.

La intención es clara y conocida y pasa por mejorar la capacidad de absorción del enlace viario. Hoy en día, el acceso de la A-1 hacia la AP-1, cuya liberalización ha provocado un aumento exponencial del tráfico que soporta, se acomoda en un solo carril. En épocas muy concretas, con picos importantes, allí se producen retenciones en sentido hacia Madrid.

Por ejemplo, en esta pasada Semana Santa, en el inicio de la denominada operación salida, se registraron las retenciones habituales, en esta ocasión, de cinco kilómetros, el miércoles por la tarde y el Jueves Santo por la mañana, según los datos registrados por el Departamento vasco de Seguridad.

Más de 40.000 vehículos

Dadas las circunstancias, la intervención se antoja imprescindible. De hecho, según apuntan los datos facilitados por la Diputación alavesa, el registro que mide la intensidad del tráfico en el enlace entre la A-1 y la AP-1, el conocido como Imd, o intensidad media diaria, casi alcanza los casi 41.000 vehículos. Este dato ya es reseñable, e incluye los flujos hacia la meseta, tanto de turismos, como transportes de mercancías y pasajeros, en unos viales estratégicos que comunican Europa con la capital delEstado, con las connotaciones económicas y sociales que ello implica. No obstante, el número se queda incluso corto cuando se analizan los picos de la intersección. Por ejemplo, el día de más tráfico en 2023, que fue el 28 de julio, se contabilizaron 73.295 vehículos.

Así, el proyecto de reforma viario para la ampliación del nudo, adjudicado hace apenas un mes por el Ejecutivo foral, aumentará de uno a dos carriles la conexión entre la autovía A-1 y la autopista AP-1 en sentido Burgos/Madrid. Las obras, que cuentan con un presupuesto de 4,8 millones de euros y un plazo de ejecución de once meses, comenzarán en unas semanas. Con ello, la nueva bifurcación estará operativa antes del éxodo vacacional veraniego de 2025.

Vehículos en Armiñón Pilar Barco

Primera fase

Todo ello forma parte de la primera fase de una propuesta más amplia que contará en su conjunto con una inversión de alrededor de 16 millones de euros, explican los citados portavoces. Ese montante servirá también para ejecutar una segunda fase, cuyas obras no empezarán hasta el próximo año. Las mismas atenderán la conexión inversa, es decir, la conexión entre la AP-1 y la A-1 en dirección hacia Vitoria.

Este último enlace no padece las retenciones de su gemelo, ya que dispone de dos carriles. En cualquier caso, el proyecto contempla la ampliación a tres viales y la mejora del entronque entre ambas infraestructuras. La licitación de esta segunda fase tendrá lugar previsiblemente a finales de este año, por lo que las obras se ejecutarán en 2025 y 2026. 

Ya en 2025

Sea como fuere, la nueva bifurcación entrará en servicio en el primer semestre de 2025 tras una inversión prevista de cerca de cinco millones de euros (4,9 millones de euros para ser exactos) integramente abonados por el Ministerio de Transportes y Movilidad sostenible, que corre con todos los gastos de la ejecución de estas obras, tras el convenio firmado con la institución foral.

Reunión interinstitucional

Precisamente, para comprobar el devenir del convenio, el diputado foral de Movilidad sostenible e Infraestructuras viarias, Jon Nogales; y el secretario de Estado de Movilidad Sostenible yTransportes, José Antonio Santano, mantuvieron una reunión el pasado 15 de marzo en la que trataron los pormenores de una obra llamada a mejorar la vialidad en uno de los mayores puntos conflictivos de la red viaria alavesa en picos de gran afluencia de vehículos.

Al respecto, existe una iniciativa legislativa en las Juntas Generales de Álava, con fecha de entrada en el registro del Legislativo foral el 26 de marzo, en la que se pide información al Departamento foral de Movilidad sostenible e Infraestructuras viarias de la Diputación sobre el inicio de las obras y el estado del proyecto de reforma viaria.

Sobre el particular, el portavoz del grupo juntero Socialistas Vascos,Josu López Ubierna, interroga a su correligionario y sucesor en el cargo, Jon Nogales, sobre las fechas del inicio de las obras, su carácter y en qué consistirá la segunda fase del proyecto, circunstancias todas ellas adelantadas en estas mismas páginas.

Acuerdo con el Estado

El Departamento de Infraestructuras Viarias firmó el pasado año un convenio con el Ministerio de Transportes para impulsar estas obras y en el que se establecían las obligaciones y compromisos de cada institución. Así, de acuerdo a este convenio, la Diputación se encargará de tramitar la redacción de los proyectos técnicos con las características previamente pactadas por ambas partes. También se hará responsable de la expropiación de los bienes afectados en Álava y de la contratación y dirección de las obras. Por su parte, Madrid asume la financiación íntegra de las obras, así como el coste de la redacción de los proyectos, las asistencias técnicas y expropiaciones, con esa cuantía total de 16 millones de euros.

A finales de 2022, la Diputación adjudicó la redacción de los proyectos de construcción de las obras por 331.000 euros. Posteriormente, en una reunión, presentó al Ministerio el proyecto de la primera fase que se ha procedido ahora a licitar. Ya en mayo de este 2023, se conoció que la institución foral tramitaba las últimas expropiaciones para mejorar el tráfico en este nudo de Armiñón.

La operación de tráfico de Semana Santa se salda con un 0,6% más de viajes

Euskadi cerró la Semana Santa con un ligero ascenso de los desplazamientos respecto a 2023, muy próximo a lo inicialmente previsto. Se registró una media de 528.000 desplazamientos de entrada y otros tantos de salida, frente a los 525.000, de media, registrados en el mismo periodo de 2023. Esto supone un incremento de casi el 0,6%, que hubiera sido mayor, de no ser por la inestabilidad de la climatología. En 2023, con tiempo soleado, el incremento respecto a 2022 fue del 2%.


El paso fronterizo de Biriatou fue donde más se notó el aumento de los desplazamientos, con casi un 1,2% más que el año pasado. Cabe destacar que el partido de rugby entre el Aviron Bayonnais y el Toulon, disputado el 31 de marzo en el Reale Arena de Donostia, atrajo a muchos aficionados de Iparralde.


Por su parte, tanto los accesos a las capitales vascas como el tráfico de largo recorrido registraron un aumento del 0,25% respecto a 2023, según los datos del Departamento vasco de Seguridad.


Para la directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Estíbaliz Olabarri, “lo más destacable es que no se han registrado víctimas mortales durante esta Semana Santa en Euskadi. Pese al ligero aumento de los desplazamientos, se han producido menos accidentes y ninguno de ellos ha provocado fallecimientos. Esto es algo que nos reafirma en la idea de seguir trabajando con una Visión Zero víctimas en la red viaria vasca”.


BAJA LA ACCIDENTALIDAD

Olabarri resaltó que entre el 27 de marzo y el 1 de abril se registraron 51 accidentes (17 de ellos con víctimas), que dejaron una persona herida de gravedad. Esto supone un descenso de la accidentalidad del 43% frente a 2023, cuando se produjeron 89 accidentes, con una persona fallecida y 5 heridas graves.


Como viene siendo habitual los mayores flujos de tráfico se dieron en los siguientes puntos. En Bizkaia, en la mañana del Jueves Santo, en la A-8, entre Portugalete y Muskiz, sentido Cantabria, con retenciones de hasta 11 kilómetros. En cambio, durante la operación retorno, el Lunes de Pascua, no se registraron las habituales retenciones de Cantabria hacia Bilbao, ya que la climatología originó un regreso escalonado entre el domingo y el lunes. Además, no se produjeron accidentes, lo que contribuyó a mantener la fluidez del tráfico. En Gipuzkoa, en Jueves Santo se registraron colas de hasta 6 kilómetros en la AP-8, sentido Baiona, en el peaje de Biriatou, y de hasta dos kilómetros en el peaje de Zarautz. En la madrugada del Lunes de Pascua, el retorno masivo de los espectadores del partido de rugby disputado en Donostia dejó colas de hasta 5 km en el Peaje de Biriatou, sentido Baiona.


En Araba, en operación salida, se registraron las retenciones habituales de hasta 5 kilómetros el miércoles por la tarde y el Jueves Santo por la mañana en Armiñón.