La Diputación Foral de Álava y la Agencia vasca del Agua (URA) van a incoar sendos expedientes sancionadores a la corporación alimentaria Aldanondo por el vertido que el pasado 21 de enero provocó la muerte de más de 300 peces en el río Egileor, en Agurain.

Así lo ha avanzado este lunes en las Juntas Generales de Álava la diputada foral de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural, Amaia Barredo, quien ha compartido una exhaustiva cronología de este suceso y del vertido que días antes afectó al río Errekabarri, a petición de EH Bildu y Elkarrekin.

La quesería fue arrasada por un incendio el 13 de agosto de 2018. Archivo DNA

Barredo ha confirmado que el vertido al Egileor tuvo su foco en unos contenedores con sustancias tóxicas que no estaban correctamente almacenadas y que, presumiblemente, cayeron a la red de pluviales y después al río desde las antiguas instalaciones de la factoría, abandonadas tras el incendio que la arrasó en 2018.

Como consecuencia, resultaron muertos 303 peces de cinco especies no amenazadas distintas, más de la mitad bermejuelas, a las que se sumaron varias decenas de lochas de río, gobios, loinas y piscardos.

Barredo ha defendido la actuación de las instituciones concernidas frente a este suceso, pues no fueron avisadas por SOS Deiak hasta las 20.33 horas del día del vertido, pese a que la voz de alerta por parte de Zadorra Bizirik se produjo a mediodía.

"Actuamos cuando lo supimos", ha defendido la diputada, quien ha negado también que se haya producido "descoordinación", como le han achacado los grupos.

Se da la circunstancia de que los vertidos tóxicos al Egileor han sido "recurrentes" desde Aldanondo incluso cuando la empresa desarrollaba su actividad con normalidad.

A día de hoy, la corporación alimentaria está a la espera de cobrar el dinero que le reclamó a su aseguradora por el devastador incendio que destruyó sus instalaciones y, así, poder reiniciar su actividad, tal y como publicó NOTICIAS DE ÁLAVA recientemente.

Por otra parte, Barredo ha detallado que el vertido de gasoil al río Errekabarri desde la academia de Arkaute, que tuvo lugar el 2 de enero, no afectó a las cercanas balsas de Salburua ni provocó muertes entre la fauna de la zona.

La diputada ha explicado que la rotura del filtro de un quemador de una de las calderas de la academia provocó la fuga, que se coló por un sumidero y de ahí fue a parar a la red de pluviales.

Quince camiones cisterna

Fue necesaria la contratación de más de una quincena de camiones cisterna succionadores para sacar el combustible de la red. Según ha concretado Barredo, en los días posteriores al vertido se retiraron 230.000 litros de agua pluvial mezclada con gasóleo.

Tras el suceso, la academia de Arkaute ha colocado unos muretes de contención estancos y va a instalar también sondas detectores para evitar nuevos vertidos, aunque con el tiempo va a proceder a sustituir sus vetustas calderas de gasoil por otras nuevas, alimentadas con energía limpia.

En este caso, únicamente URA ha abierto expediente a la academia pues, a diferencia de lo sucedido en el vertido posterior al río Egileor, no hubo fauna afectada.