El Consorcio de Agua de Álava, conocido como Urbide, ya ha constituido la nueva asamblea y designado los nuevos representantes en los órganos de gobierno para la legislatura 2023-2027. En concreto, la presidencia ha quedado en manos de quien fuera presidente del Consorcio de Aguas de Ayala (CAKU) hasta su disolución en diciembre de 2020 y es regidor de la Junta Administrativa de Izoria en Ayala, Julen Ibarrola. Aparte, la vicepresidencia de la entidad ha recaído en la diputada foral de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural, Amaia Barredo.

Los nombramientos se produjeron el pasado 27 de noviembre, pero los escasos días transcurridos le han servido a Ibarrola para definir los principales retos a afrontar que, según ha avanzado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, pasan por “asegurar la garantía en el servicio tanto en calidad como en cantidad en unos costes razonables, siguiendo el principio de eficiencia y eficacia”.

Una tarea nada sencilla, si se tiene en cuenta que este consorcio tiene como finalidad ayudar a las entidades que lo integran (en estos momentos 108, de las que 14 son ayuntamientos y 93, concejos, más la Diputación Foral de Álava) en la gestión del ciclo integral del agua, que incluye la captación, almacenamiento, potabilización, abastecimiento, saneamiento y depuración, antes de devolverla a los ríos; y que esta gestión está alineada con la normativa europea en el ámbito medioambiental que, aunque tiene ventajas como ofrecer una mayor capacidad de respuesta ante posibles imprevistos y una considerable reducción de vertidos a los ríos, en el futuro, obligará a revertir el coste integro del servicio en los recibos que paga cada contribuyente, sin opción a subvención, al igual que pasa con el tema de la gestión de los residuos.

Abaratar costes

De aquí que, desde la entrada en funcionamiento de Urbide en enero de 2022, se sigan haciendo esfuerzos por atraer a nuevos miembros, ya que no es el único órgano gestor del agua en Álava, pues también existen otros consorcios como el de Zigoitia, Iruña Oka, la entidad mercantil de Rioja Alavesa y Amvisa, que gestiona las aguas de Vitoria.

“Urbide se basa en un modelo asambleario, formado por más de 100 entidades en el que todos tenemos que trabajar de manera conjunta para afrontar el ciclo integral del agua desde el abastecimiento a la depuración”, subraya Ibarrola, que también se ha marcado como objetivo de la legislatura “la adecuación de las infraestructuras e instalaciones a la norma vigente y a la óptima prestación de los servicios mediante las actuaciones que sean necesarias”, matiza.

Otra cuestión nada baladí pues le tocará asistir a la puesta en marcha de las depuradoras del Alto Nervión, actualmente en construcción, tras haber entrado ya en funcionamiento las de Oion en 2018 y Agurain en 2021, o que la previsión foral es invertir, hasta 2031, más de cien millones de euros en infraestructuras hidráulicas de todo el territorio.

“Con una planificación conjunta vamos a poder cubrir las demandas de agua actuales y futuras, teniendo en cuenta un escenario de cambio climático en el que las precipitaciones se reducen y aumentan los periodos de sequía”, apuntan desde Urbide, que tiene establecida la misma tarifa para todos sus miembros, independientemente del lugar de residencia.

“Una familia media al trimestre consume 27.000 litros y su factura (se gira de forma trimestral e incluye abastecimiento y saneamiento) tiene un coste de 37,45 euros, IVA incluido, lo que implica un gasto anual de 150 euros”, señalan desde el consorcio de aguas alavés, al tiempo que señalan que “en base al último estudio de FACUA Consumidores en Acción, nuestro agua se sitúa como la décima más barata del estado. Y es que no llega ni al 1% del presupuesto familiar, menos de lo que cuesta una suscripción a una televisión de pago”.

Cinco oficinas

En concreto, el coste del servicio doméstico se calcula en función de dos partes: una cuota de servicio fija de 17,36 euros, “que abonamos para que el agua llegue al grifo y después de usarla, se depure antes de devolverla a nuestros ríos”; y otra que varía en función del agua que se consume, en base al lema de “quien mas gasta más paga”. Así, los hogares que consumen hasta 10 metros cúbicos al trimestre (tramo cubre las necesidades higiénico-sanitarias de una familia) pagan 42 céntimos por cada 1.000 litros; los que elevan su consumo a entre 11 y 42 metros cúbicos al trimestre (se da cuando se usan lavadoras y lavavajillas) abonan 83 céntimos por cada mil litros; y los consumos superiores, y considerados prescindibles (piscinas, jardines…) tienen establecida una tarifa de 1,66 euros por cada 1.000 litros.

Plan de mejora de caudales

EH Bildu. El grupo juntero EH Bildu solicitará mediante moción a la Diputación que presente un plan de mejora de la situación de los arroyos, ríos y embalses del territorio, tras conocer su estado de contaminación hace unas semanas. Según un estudio publicado por la Agencia Vasca del Agua-URA, una de cada cuatro regatas alavesas presenta problemas de contaminación. En las últimas décadas, el estado de las masas de agua ha sido preocupante y los pasos dados hasta ahora no han sido suficientes para revertir la situación, según ha dicho la portavoz de EH Bildu, Eva López de Arróyabe. El procurador del grupo juntero EH Bildu, Xabier Valdor ha explicado en qué consiste la moción. EH Bildu pedirá que la Diputación presente en el plazo de seis meses un plan de gestión de las masas de agua del territorio para cumplir con los objetivos de la Directiva Marco Europea. – DNA