La Asociación de Desarrollo Rural (ADR) Lautada apuesta por el producto local al inaugurar el Centro de Transformación Agroalimentaria Lautada Ekin Okiturri.

El acto ha tenido lugar en el pabellón, propiedad del Ayuntamiento de San Millán-Donemiliaga y gestionado por ADR Lautada, como un espacio comunitario de transformación agroalimentaria, que ofrece al sector la posibilidad de avanzar en la cadena de valor de los productos agrícolas y ganaderos que se producen en la Lautada en colaboración.

Actualmente, está formado por cuatro espacios diferenciados en los que se trabaja con distintos productos: legumbres, harina, aceite y pollo.

"Este evento quiere ser una oportunidad para dar a conocer el trabajo que realiza la ADR Lautada en la dinamización del sector agrario, y al mismo tiempo, generar un punto de encuentro”

“Este evento quiere ser una oportunidad para dar a conocer el trabajo que realiza la ADR Lautada en la dinamización del sector agrario, y al mismo tiempo, generar un punto de encuentro que permita generar redes de colaboración en torno a este centro de transformación agroalimentario”, explican desde esta asociación presidida por Gustavo Fernández Villate.

Durante la inauguración, los productores que trabajan en estos espacios han presentado sus proyectos y actividades y se han catado pintxos elaborados con sus productos.

Cuatro espacios

El local cuenta con cuatro espacios claramente diferenciados donde diferentes productores de la comarca llevan a cabo sus proyectos. Por un lado, está Lekaleak, un servicio de limpieza y envasado de legumbres a personas asociadas y no asociadas que se puso en marcha en el año 2019 y que actualmente agrupa a cinco personas productoras.

Se trata de un servicio que permite llevar a cabo la limpieza y envasado de la alubia, el garbanzo, la lenteja o la colza, entre otros.

En la actualidad, los productores de la comarca son usuarios de la maquinaria que permite facilitar la tarea de limpieza y envasado por parte de los agricultores a través de una cinta transportadora de las legumbres y el posterior cribado de las mismas. “La máquina se encarga de la eliminación de las impurezas y del polvo”, apuntan.

En el acto también ha estado Joseba Martínez de Mendijur, joven agricultor de Adana, que reconoció que es capaz de limpiar unos 300 kilos de alubia pinta alavesa en unas cuatro horas “cuando ese trabajo en casa nos puede llevar una semana”. Por ello, se muestra “muy contento” con la iniciativa, así como con la rapidez y eficacia de la limpieza a través de un sistema de cribado por vibración.

El segundo proyecto consiste en un centro de prensado para la elaboración de aceite, como de girasol y colza ecológico y convencional, puesto en marcha en el año 2019 y que da servicio a dos personas.

Molienda y sacrificio

El tercer proyecto consiste en un espacio de test y molino que da servicio de molienda de cereal. Se trata de un molino de cincuenta centímetros que lamina el grano. “Se dedica para testar diferentes variedades de trigo, para gente que luego quiere dar el salto a este oficio y hacerse un hueco en el mercado o para moliendas curiosas como la del garbanzo u y otros cereales”, precisan.

El cuarto proyecto puesto en marcha más recientemente es una sala de sacrificio de aves que agrupa a tres personas productoras. Este servicio busca cubrir un déficit de este tipo de espacios para impulsar y dinamizar la producción y consumo sostenible de carne de pollo.