Las fiestas de Agurain llegan a su fin. Siete intensos días de jolgorio que regresarán el próximo año. Unos festejos, los más importantes del año en la localidad, que han destacado por el buen ambiente que ha reinado en la villa durante la última semana y una amplia participación en las actividades organizadas.

La jornada ha amanecido soleada lo que ha propiciado que los aguraindarras se echaran a la calle para disfrutar de la última jornada festiva. Una de las primeras citas del día ha sido el campeonato de Araba de Aizkolaris en categoría de segunda y la exhibición de deporte rural.

En San Jorge

A mediodía todo estaba preparado en el carrejo de San Jorge. Los cinco aizkolaris y los y las deportistas de la Lautada calentaban bajo la atenta mirada de las decenas de curiosos que se desplazaron hasta el enclave.

El cortador local Antón Jacoluti ha sido uno de los que más aplausos recibió por parte del público que no ha dejado de alabar la faena de los cortadores de troncos. Apenas han necesitado 22 minutos para partir los troncos de 45, 54 y 60 preparados para la ocasión.

Color y música

Mientras se disputaba el deporte rural las calles de la localidad se llenaron de color y música de la mano de los y las participantes en la kalejira intercultural que ha partido de la plaza Euskal Herria acompañada por los integrantes de Akerbeltz.

El sonido del tambor ha roto la tranquilidad y ha animado a más de uno a sumarse al desfile. En él han participado vecinos de Agurain llegados de otras latitudes como la panameña María Tersa Quintero Ríos, (Mariate) nacida en Panamá, Ciudad de David, Provincia de Chiriquí y que, desde 1989 reside en la localidad; o su amiga Nora Reyes, ambas ataviadas con trajes típicos de sus países. Representantes del Magreb, del Sahara o de diferentes puntos de Sudamérica han dado luz y color a un desfile por el casco histórico de la villa.

Aparecen los blusas

Sin tiempo para reponer fuerzas los blusas han ido reuniéndose en sus lugares habituales. Unos en los bares de la localidad, otros en los txokos, pero todos ellos con el ánimo y las ganas suficientes para rendir al máximo en la última jornada festiva.

Una vez concluido el encuentro y sin apenas haberse recuperado de la noche anterior, los aguraindarras y visitantes han comenzado el tradicional poteo por las calles de la localidad acompañados por grupos de espontáneos que cantaban y bailaban en la calle a ritmo de la música de las tabernas.

Un Dj para el público infantil y los bailables han sido los actos que precedieron al entierro de la sardina y la traca fin de fiestas. Agurain despide así los festejos patronales más tropicales y que regresaran el año que viene.