El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental a nivel global a través de campañas de sensibilización social que pretenden concienciar sobre esta materia, este año con una línea marcada a nivel internacional por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) bajo el lema La salud mental como un derecho universal.

Desde Asafes, la Asociación Alavesa de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, aseguraban ayer ser conscientes de que “a pesar de que se ha ido mejorando en muchos aspectos, las personas con enfermedad mental sienten en muchas ocasiones en que necesitan ayuda que se les ignora, cuestiona y se toman decisiones sin que se cuente con ellas. Y lo que reivindican es que se les informe, se les escuche y se les tengan en cuenta en aspectos que les afectan directamente y tan importantes como puede ser el tratamiento o los servicios a los que se les deriva”.

Actividades

El pasado 23 de septiembre se celebró una Caminata Solidaria bajo el lema ‘Muévete por la salud mental’, y durante esta semana Asafes colabora en el desarrollo de la Pasarela de Moda Gasteiz On. Además el día 27 de octubre tendrá lugar un cineforum para familiares con la exhibición del cortometraje ‘Primavera intermitente’, a cargo de la doctora Ana González Pinto. Una representación de Asafes acudirá el día 10 de octubre al acto institucional organizado por Salud Mental Euskadi, que este año se celebra en Vitoria.

La asociación es consciente también de que “una de las dificultades es la falta de recursos, y en concreto de profesionales. Para que la atención sea de calidad es importante contar con tiempo y dedicación, poder conocer a la persona, su situación, sus necesidades, y también sus preferencias y deseos. En definitiva, hacerles sentir ciudadanos y ciudadanas de derecho”.

Medidas coercitivas

Por su parte, la Confederación Salud Mental España propone el lema Salud mental, salud mundial: un derecho universal, centrándose en la defensa de los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental y poniendo sobre la mesa que aún en nuestro país cada día se vulneran los derechos de estas personas, de forma sistemática y estructural, a través de medidas coercitivas, contenciones mecánicas y químicas, medicaciones forzosas, aislamiento, o falta de información y ausencia de alternativas terapéuticas, que en muchos casos afectan de manera importante a nivel físico y psicológico.

Para evitar estas prácticas las asociaciones “reivindicamos la necesidad de destinar recursos que permitan desarrollar medidas alternativas desde un enfoque de derechos humanos, cambiando el paradigma actual por un modelo comunitario, basado en la recuperación y en la promoción de la autonomía de las personas”.