Las evidencias médicas se imponen a las teorías pseudocientíficas que aún hoy cuestionan la importancia de las vacunas para proteger la salud colectiva y salvar vidas.
En este contexto, el Departamento vasco de Salud está apostando por ampliar la protección tanto de la población mayor y vulnerable como de la infantil frente a muy distintas enfermedades que tienen como denominador común la existencia de armas terapéuticas para combatirlas. Patologías como el herpes zóster, el meningococo B, la polio o el papilomavirus, bien conocidas por los alaveses, se encuentran en este grupo.
Mientras estas coberturas crecen –y seguirán haciéndolo–, persisten las dudas en torno a la administración de nuevos refuerzos de la vacuna contra el covid-19 ahora que la pandemia está controlada desde hace meses. Se espera, no obstante, que Salud decida pronto si este otoño vuelve a apostar por la inmunización conjunta contra el coronavirus y la gripe, como ya hizo por primera vez el año pasado. Los criterios y las recomendaciones que formulen los expertos resultarán claves en uno u otro sentido. Para muchos pacientes vulnerables sería ya la sexta dosis contra el patógeno.
Dejando las hipótesis de un lado, lo que sí constituye una realidad es la progresiva cobertura que Salud está ofreciendo a los pacientes mayores frente al herpes zóster, la enfermedad comúnmente conocida como culebrilla, que puede afectar a cualquier persona que haya pasado la varicela en el pasado y es responsable ya de 10.000 nuevos casos al año en Euskadi. El riesgo de padecer esta infección aumenta con la edad, sobre todo a partir de los 50 años. Y en este escenario, Salud ha ampliado el programa de vacunación frente a ella a las personas de 76 a 80 años, las nacidas entre 1943 y 1947. Este colectivo se ha sumado a la población de riesgo de cualquier edad y a las personas de 65 años, a quienes ya se ofrece la inmunización desde 2022 y comienzos de este año, respectivamente.
A la espera de conocer todos los detalles en torno a la nueva campaña de la gripe, que el año pasado arrancó en Álava el 3 de octubre, Salud ha ampliado este año la protección infantil con la vacuna contra la meningitis B y va a extender aún más la del virus del papiloma humano (VPH). Además, ha añadido una dosis adicional contra la polio y va a incorporar a la inmunización contra la gripe a los pequeños de seis meses a cinco años.
Este curso escolar
La novedad más cercana en este ámbito va a ser la introducción de la vacuna contra el VPH entre todos los menores de 12 años, en dos dosis y con un intervalo de seis meses entre ambas. El proceso se iniciará coincidiendo con el arranque de este curso escolar 2023/24, que corresponde a la cohorte nacida en el año 2012. Hasta el momento, únicamente se vacunaba contra el VPH a las niñas para prevenir el cáncer de cuello de útero, pero su extensión ahora a los niños busca contribuir a reducir la incidencia de otros cánceres y lesiones genitales que también afectan a los hombres y, en de forma más general, la presencia del virus en la comunidad.
Entretanto, la vacunación contra el meningococo B ha comenzado a ser financiada por Salud y, por tanto, se ha convertido en gratuita para los pequeños nacidos a partir del pasado 1 de enero, con una pauta de tres dosis a los dos, cuatro y 12 meses.
La vacuna frente a la gripe, que ya se administraba a la población infantil de riesgo, se ampliará ahora a todos los menores de entre seis meses y cinco años de edad. Y por último, toda la población infantil que este año cumpla seis años tendrá a su alcance una tercera dosis contra la poliomielitis, que se sumará a una versión más eficaz de la tercera dosis que ya se administraba frente a la difteria, el tétanos y la tosferina. Las cuatro vacunas se administran ahora en un solo pinchazo –tetravalencia–.