A poco más de una semana para que comience la vendimia en Rioja Alavesa, donde los viticultores ya hablan de una recogida temprana desde principios de septiembre, la maduración de la uva avanza y la situación de las viñas, su estado sanitario, es “muy bueno”, en general, y la muestra de fruto elevada. De hecho, hay agricultores que ya han empezado a realizar clareos selectivos para controlar el rendimiento y facilitar la maduración de los racimos.

Incluso las viñas de Labastida apedreadas en la fuerte granizada del 6 julio evolucionan “muy bien”, según el último parte de la Diputación de Álava sobre el estado del viñedo del 9 de agosto. “Si bien el daño fue considerable en alguna zona concreta, si no hay contratiempos hasta la vendimia, se podrán alcanzar también en esta localidad los rendimientos máximos marcados para esta campaña”, aprecian los técnicos.

Temporeros recogiendo uva durante la temporada de vendimia en una finca de Rioja Alavesa Pablo José Pérez

El clima de este verano en Álava está favoreciendo el desarrollo y correcta evolución del viñedo. Las recientes olas de calor han afectado con menor intensidad a las cepas plantadas en el campo alavés, que también se han beneficiado de algún que otro chubasco o lluvia débil y de las suaves temperaturas nocturnas, que han ayudado a mitigar los efectos de meses de sequía. “Todo ello va permitiendo al viñedo vegetar sin interrupciones o situaciones de estrés destacables”, apuntan los técnicos de Agricultura.

Y es que, como consecuencia de los calores prematuros que hizo en primavera, la viña había alcanzado este año el envero en fechas muy tempranas, llegando incluso a fases de floración y cuajado muy adelantada. Sin embargo, el mes de julio, extraordinariamente cálido en general, no lo ha sido tanto en Álava. Además, los días contados en los que se han disparado las temperaturas máximas, durante la noche ha refrescado, lo que ha permitido una evolución más armónica del desarrollo del cultivo.

También en lo que va de agosto las noches han sido frescas y los días cálidos, en la línea de lo que es el verano e incluso por debajo de lo habitual, lo que ha resultado “muy positivo” para la maduración de la uva.

La uva madura de forma adecuada a la espera de una temprana vendimia

Así las cosas, el viñedo en Rioja Alavesa continúa su ciclo de manera gradual sin interrupciones. A día de hoy se encuentra en fase de pleno envero, cogiendo color, fenología que, aunque algo adelantada, no lo es tanto si se compara con los últimos años.

“Estamos pues, tanto en Rioja Alavesa como en Arabako Txakolina en la línea de lo que fue la campaña del año pasado; si las condiciones no experimentan variaciones anormales en los días que quedan, tendremos una vendimia de nuevo ligeramente adelantada y con rendimientos adecuados”, valoran los técnicos de Viticultura.

A pesar de la nueva ola de calor que se avecina estos días, cabe resaltar que a estas alturas, la viña es menos sensible a los calores extremos, aunque habrá que estar al tanto de cómo afectan las altas temperaturas que se esperan a su maduración.

Vieñdos en Rioja Alavesa. Redaccion DNA

En Burdeos, lo nunca visto

La situación de las viñas en Rioja Alavesa contrasta con la factura que el clima está pasando a los afamados viñedos de Burdeos. Están sufriendo “daños nunca vistos aquí” por culpa del mildiu, una enfermedad causada por un hongo que este año es “particularmente virulento” debido al cambio climático, alerta el presidente del sindicato de agricultores de esta denominación de origen, Stéphane Gabard. “Todo el departamento de Gironde está afectado y la Cámara Regional de Agricultura estima que el 90% de las parcelas están tocadas, y que, en algunos casos, los daños alcanzan al 100%”, cifra.

Gabard culpa de la situación al cambio climático, ya que este año Francia ha tenido un clima casi subtropical, con temperaturas elevadas y fuertes precipitaciones. “Eso hace que las hojas de las viñas estén mojadas durante una gran parte de la jornada, lo que genera las condiciones ideales para la aparición del mildiu, pese a que los agricultores hayan tratado sus viñas de forma preventiva”, asegura el dirigente agrario.

Recalca que el cambio climático es muy evidente en la zona de Burdeos. “Este año la vendimia comenzará entre tres semanas y un mes antes que hace quince años”, anuncia. Además, Gabard lamenta que los seguros agrarios no consideren el mildiu como una catástrofe natural, razón por la que los viticultores no recibirán indemnizaciones para paliar las pérdidas económicas causadas por esta plaga.

Arranque de viñas

La plaga de mildiu llega en un momento difícil para los vinos de la región de Burdeos, después de que el gobierno galo y los viticultores firmaran en junio un acuerdo para arrancar 9.500 hectáreas de viñas, casi un 9% de las 110.000 de la denominación de origen ante la crisis generada por el descenso en las ventas de vino y el aumento de la producción.

Según el gobierno francés, son arranques “sanitarios” que buscan evitar la expansión de una enfermedad, la flavescencia dorada, que afecta a viñas abandonadas por falta de rentabilidad. Sin embargo, los viticultores de Burdeos consideran que actualmente cerca de 40.000 hectáreas de viñedo se cultivan con pérdidas en una de las regiones que más vinos de calidad elabora.