Desde hace más de un siglo, la familia Luis Cañas se ha dedicado a la elaboración y venta de vino. Durante todo este tiempo, han sido cuatro generaciones las que han dejado su importa y su buen hacer en las dos bodegas que actualmente posee la familia en la Rioja Alavesa: Bodegas Luis Cañas, en Villabuena de Álava, y Bodegas Amaren, en Samaniego. Fieles a los principios con que nacieron, conseguir la mejor calidad en sus viñedos, hoy en día el nombre Luis Cañas es todo un referente en el sector vinícola, y no hay mejor ejemplo de ello que los prestigiosos premios mundialmente conocidos de sus vinos. El último, el reconocimiento del crítico de vinos Tim Atkin en el informe RIOJA 2023, otorgando a la familia Luis Cañas con el Premio a la Mejor Viticultura.
Para conocer en profundidad el desarrollo, la evolución y el futuro de la prestigiosa Bodega Luis Cañas, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha reunido al alma mater de la firma, Juan Luis Cañas, quien cogió el testigo del negocio en 1989 de manos de su padre, Luis Cañas, y a Rubén Jiménez, Director de Viticultura de la Bodega.
Con mucho cariño y pasión, lo primero que recuerda Juan Luis de sus inicios en el negocio es el punto de humildad con el que sus padres crearon la Bodega Luis Cañas, almacenando cientos de recuerdos de aquellos inicios en su memoria. “Nuestro objetivo ha sido desde el inicio tener los mejores vinos sin pensar en el aspecto económico”.
Hoy en día, la fortaleza de la bodega queda fuera de toda duda, un éxito que Juan Luis quiere compartir con muchos y buenos compañeros de viaje que lo han hecho posible, trabajando en la misma idea y con el mismo enfoque. Define los objetivos de toda la andadura de Luis Cañas como la apuesta hacia una viticultura sostenible a través de la elaboración de vinos más sanos y ricos, con un buen entendimiento entre todos los que conforman la cadena de valor dentro de la comarca.
Para el propietario de la bodega, el concepto de sostenibilidad es fundamental en el desarrollo del negocio desde muy diversos puntos de vista, producción, proveedores y, por supuesto, a nivel social. De esta forma, Juan Luis Cañas considera que bajo esta filosofía, “crecemos todos juntos” y añade que, “Luis Cañas no solo somos los que trabajamos en la bodega, somos toda la comarca”.
Partiendo de esta filosofía, en la actualidad cabe hablar del gran proyecto de recuperación varietal en el que está inmersa hoy la Bodega, una iniciativa que consiste en detectar, en los viñedos antiguos, cepas de variedad desconocida, o cepas que aún siendo conocidas presentan alguna singularidad, y que pueden ser realmente claves en el futuro del sector vinícola.
Conocedor al detalle del proyecto, el Director de Viticultura de la Bodega da buena cuenta de cuáles son sus metas: frenar la erosión genética en nuestros viñedos, buscar en variedades del pasado soluciones para el futuro y, a largo plazo, aportar valor añadido a la comarca.
Sobre cómo se ha ido desarrollando, Rubén lo indica claramente: “recorriendo cepa por cepa todos los viñedos viejos para ir descubriendo nuevas variedades desconocidas y marcándolas”. “Una vez detectada una cepa desconocida en las viñas y tras marcarlas en el propio viñedo, se llevan unas muestras al ICVV (Instituto de la Ciencia de la Vid y del Vino) donde se realiza un análisis genético y se identifica la variedad de uva de la que se trata, en caso de que exista”, explica.
El siguiente paso es recoger los sarmientos e injertarlos en un viñedo joven para que durante los próximos años se estudie la variante al detalle con el fin de conocerla en profundidad.
Aunque todavía queda mucho tiempo para establecer las conclusiones del proyecto, los hallazgos alcanzados hasta el momento hacen pensar que va a suponer todo un impulso para el futuro del sector vinícola, y ya se puede hablar del descubrimiento de nuevas variedades como el Benedicto, Cabrete y Marufo.
De todas ellas, Juan Luis resalta el Benedicto como una variedad increíble que aporta color, fruta en boca, estructura... “El resultado de todo lo que hemos embotellado hasta ahora es espectacular”, se muestra orgulloso.
No se olvida tampoco de los matices que aporta el Cabrete, lo que le anima a afirmar que, si se sigue en esta línea, se obtienen los resultados deseados y se cumplen los plazos necesarios, podríamos estar ante dos variedades e, incluso, alguna más, sobre las que habría que luchar para que la DO Rioja pudiese hacerlas oficiales”, matiza el responsable de la bodega.
Consciente de lo que ello puede representar, Cañas asegura que los resultados obtenidos hasta el momento a través de catas con profesionales y críticos avalan grandes expectativas para las nuevas variedades. No obstante, y pese a que son unas 12 o 13 elaboraciones sobre las que se está más encima, existen otras, que si bien no figuran en ningún registro, son motivo de estudio de cara al futuro.
Las expectativas puestas en el proyecto le llevan a Juan Luis Cañas a visibilizar un futuro prometedor no sólo para su Bodega, sino para toda la comarca y la DO, al tiempo que comparte con el viticultor de la bodega la opinión de que, “todo este conocimiento hay que compartirlo”.
Ponentes
Juan Luis Cañas: “En Luis Cañas nos gusta la diferenciación y hacer un vino que emocione a la gente”
Diversidad de variedades. Juan Luis Cañas no se anda con miramientos a la hora de definir sus vinos, elaborados sobre muchas variedades, que aportan valor y permiten ofrecer un producto de calidad y diferente. Como ejemplo de esta diversidad, la existencia de un viñedo con 19 variedades diferentes. No hay duda, por tanto, que la diferenciación es una de las características de la bodega, una diferenciación en la que sus responsables se apoyan con el claro objetivo de llegar a un consumidor exigente. “En Luis Cañas queremos hacer cosas que emocionen a la gente”.
Rubén Jiménez: “Los vinos Luis Cañas huelen a nosotros, saben a Villabuena, tienen su propia esencia”
El 90% del viñedo en 4 kilómetros. La esencia pura de Luis Cañas está presente en todos sus vinos, una esencia que sabe y huele a Villabuena y no hay más que ver que el 90% del viñedo está a menos de cuatro kilómetros de la bodega. Mismo clima, mismo suelo, misma filosofía, forma de trabajar...., “Luis Cañas tiene mucha tipicidad”. Junto al valor del buen vino, Rubén considera también muy positivo acercar el mundo del vino a la gente, fuera de tecnicismos y formalismos. “El vino es para disfrutarlo y compartirlo”.
