Pero yo he tenido un infarto? ¿Y ahora, qué tengo que comer? ¿Puedo volver a trabajar? ¿Tengo derecho a una incapacidad?” Preguntas como estas son muy habituales entre las personas que acaban de sufrir un evento coronario, cuestiones no siempre sencillas de responder aunque los cardiólogos que los atienden hagan lo posible por aclarárselas y a que la información al respecto, no siempre rigurosa, abunde.

“En la unidad de Rehabilitación Cardiaca, donde yo trabajo, ya tenemos estructurada hace mucho tiempo una serie de charlas educacionales para los pacientes. Pero hay un porcentaje que por el nerviosismo o por la forma en que se da, no tienen toda la información que necesitan. Si dentro de un entorno tan intensivo como un hospital todavía no se acaba de entender, asumimos que fuera de él el desconocimiento tenía que ser mayor”.

Habla Lucas Tojal, médico adjunto del servicio de Cardiología de la OSI Araba, que con la idea de hacer “algo un poco más allá” organizará mañana en el Palacio Europa de Gasteiz un evento divulgativo, dirigido a la población general, sobre todo lo relacionado con la enfermedad coronaria. Se trata de la I Jornada Cardiología a pie de calle, que tendrá lugar en el auditorio Francisco de Vitoria, a partir de las 16.15 horas, con entrada libre hasta completar aforo. Las puertas del Europa abrirán media hora antes.

En imágenes: Pablo Laso recibe la Medalla de Oro de Álava Alex Larretxi

Pablo Laso y Javier Añua

“La idea es que pueda venir cualquier persona, sea paciente nuestro o no, y dar nociones sobre lo que es la enfermedad coronaria, qué cuidados en la dieta se requieren, qué impacto tiene en la vida laboral... una jornada con un tinte interactivo y docente y en la que contaremos con dos pacientes de referencia que sirvan de ejemplo”.

Se trata de dos invitados tan ilustres como el entrenador de baloncesto Pablo Laso y el también extécnico Javier Añua, que han padecido sendos infartos a lo largo de sus vidas.

“La parte de charlas será muy corta. Habrá el doble de tiempo para el debate y la interacción con la gente que venga. El objetivo no es dar una clase magistral, sino cuatro pinceladas muy sencillas, en un lenguaje coloquial y ameno pero desde un equipo profesional, y que la gente pregunte”, resume Tojal a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

El especialista remarca que el servicio de Cardiología de la OSI Araba no está viendo más casos y que el perfil de los pacientes tampoco ha cambiado, pero que la enfermedad coronaria “sigue siendo muy frecuente, de las primeras causas de mortalidad aquí y a nivel global”.

La prevención tanto primaria, para las personas que todavía no han sufrido un evento de estas características, como la secundaria –para quien ya lo haya tenido– es fundamental a la hora de poner coto a los infartos y al resto de episodios cardiovasculares.

“Para quien ya ha tenido un evento, el abc sería que con un rehabilitación y un adecuado control de los factores de riesgo cardiovascular el objetivo es volver a la vida normal. A pesar de haber tenido un evento grave y potencialmente mortal, se pueda volver a una vida más saludable que la que tenía antes y normal en todos los aspectos”, remarca Tojal.

¿Y qué hay de la primaria? El cardiólogo responde: “Para quien nunca haya tenido un evento, el mensaje sería la importancia de tener unos hábitos saludables. Hablamos de no fumar, del control tanto de la tensión como del colesterol y la dieta, procurando que tenga un patrón mediterráneo. Y hablamos de fomentar la actividad física. Hoy en día está muy claro que se recomienda hacer 300 minutos de actividad física moderada a la semana”, resume Tojal.

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Patrón mediterráneo

Esa dieta de patrón mediterráneo es, de hecho, la que desde el servicio de Cardiología de la OSI Araba “se recomienda a todos los pacientes para prevenir el evento cardiovascular”.

Se trata, en concreto, de apostar por el consumo de legumbres, verduras, alimentos no procesados, pocas grasas, aceite de oliva virgen extra, carne blanca y siempre a la plancha –no fritos–... Una dieta cuya efectividad está comprobada también en forma de menos eventos y menor mortalidad entre la población sana.

Según subraya Tojal, “uno de los objetivos” principales de los cardiólogos es que cualquier persona que haya sufrido un evento coronario pueda recuperar su vida anterior. Porque, según insiste, es posible.

“Es verdad que a veces ese objetivo no depende solo del médico o del paciente, porque también influye un poco la buena suerte. Por muy bien que salgan las cosas, si alguien ha sufrido un infarto muy importante que ha dejado un daño en el corazón, a veces queda una limitación que es inevitable. Pero en la mayoría de los casos el objetivo sería volver a una vida 100% normal”, apunta.

Tojal, ya trat

ndo el ámbito laboral, reconoce que “hablar en general es muy difícil” y que es “un tema que siempre genera muchos debates”. “A la hora de una posible reincorporación laboral, se dan dos factores: como está el paciente y su corazón y el trabajo que desempeñaba. No es lo mismo un trabajo de oficina, sin mucha carga física, que otro de reponedor de almacén. Lo intentaremos aclarar en el debate”, vaticina el cardiólogo.

¿Y qué hay de las tasas de mortalidad? También “depende”, según remarca Tojal. “Cuando el paciente llega con vida al hospital, las tasas de mortalidad son muy bajas. Pero en los casos más graves, cuando la arteria culpable está cerrada por completo, son razonablemente altas, aunque han bajado mucho. Para el paciente que tiene un infarto con mayúsculas, el riesgo más alto está antes de llegar al hospital. Hay una probabilidad de morir elevada. Pero para el que llega, la tasa de mortalidad es de alrededor del 5%, o más baja”, apunta el cardiólogo.