El Deportivo Alavés B asaltó Santa Ana con una victoria de mérito al imponerse por 0-1 al Utebo FC en la jornada 16 del Grupo 2 de Segunda RFEF. El filial babazorro, noveno con 22 puntos, llegaba al choque con la necesidad de reaccionar tras la derrota sufrida la semana anterior ante el Náxara. Enfrente tenía a un Utebo tercero en la tabla, fuerte como local pese a atravesar una racha de tres jornadas sin ganar.

Desde el inicio, el Alavés B mostró una versión madura, bien ordenada y competitiva. El equipo vitoriano supo neutralizar el empuje inicial de los aragoneses con una defensa sólida y un bloque compacto. Swiderski transmitió seguridad bajo palos, mientras que la zaga respondió con firmeza ante los intentos locales. En el centro del campo, Paco Sanz e Iván Garrido aportaron equilibrio y criterio, permitiendo al filial crecer con balón.

El Utebo trató de llevar la iniciativa, pero se encontró con un rival disciplinado, que cerró bien los espacios y concedió muy poco. Tras una primera parte igualada y sin grandes ocasiones, el partido se decidió en la reanudación.

CRECER TRAS EL DESCANSO

En el minuto 55, Muñoz aprovechó una acción bien trabajada para batir al guardameta local y adelantar al Alavés B. El gol dio confianza a los babazorros, que supieron gestionar la ventaja con inteligencia. El Utebo dio un paso al frente en busca del empate, pero el filial supo sufrir y mantener el orden. Las ayudas defensivas y el esfuerzo colectivo fueron claves para sostener el resultado.

Los cambios refrescaron al equipo en el tramo final, permitiendo mantener la intensidad. Pese a la presión local y al desgaste, el Alavés B no perdió la compostura. El pitido final confirmó un triunfo de prestigio que refuerza la confianza del filial, que en 2026 recibirá al Zaragoza B con la moral alta.