Bajo el lema Siente Rioja Alavesa todo el año, la Ruta del Vino de Rioja Alavesa ha puesto en valor 10 alternativas dotadas de suficiente potencial turístico como destino vacacional en cualquier estación. Repartidas o dispuestas a disfrutarse en las 19 villas constituyen una razón para perderse y disfrutar de su cultura, su gente, sus fiestas, y su historia... Las propuestas comienzan por e programa Recorre un Calado histórico, para adentrarse en las bodegas excavadas en la tierra, una oportunidad ara poder conocer conocer los métodos tradicionales de elaboración del vino y muchas curiosidades que harán apreciar y comprender qué hay detrás de una copa de vino de Rioja Alavesa.

Otra propuesta consiste en convertirse en enólogo por un día. Ahora el visitante tiene la oportunidad de crear su propio vino. A partir de tres vinos diferentes y todas las herramientas para mezclar y elaborar su propio vino, cada persona encorchará, capsulará y diseñará su propia etiqueta. Y para finalizar los enólogos se llevarán a su casa su botella de vino.

Una actividad menos recordada es conocer el duro trabajo de los arrieros. Como complemento a este recuerdo, en las lagunas de pesca que se encuentran en Santa Cruz de Campezo se podrá realizar un pequeño curso de cómo pescar truchas. Una vez realizada la pesca y de vuelta a Rioja Alavesa se disfrutará de una deliciosa comida con las truchas pescadas y otros productos típicos de la comarca.

Mas relajante es seguir un circuito hidrotermal para parejas, en Laguardia, en el Wine Oil Spa Villa de Laguardia.

Los más deportistas tienen la opción de practicar deporte de competición o por simple diversión. Carreras como la Wine Run, donde correr entre viñedos; marchas populares como las del Camino Ignaciano, exhibiciones de bateles que compiten en mayo en La Bandera del Vino de Lapuebla de Labarc o las numerosas rutas senderistas de la comarca.

Una propuesta muy apetecible consiste en conocer Rioja Alavesa con el Enobús, una apuesta decidida por un turismo sostenible y de cercanía para los amantes del enoturismo y la gastronomía. Desde Bilbao, Vitoria o Labastida, los visitantes podrán vivir experiencias culturales y gastronómicas en las que conocer pueblos con encanto; visitar bodegas y museos con una historia única, acompañados por profesionales que ayudarán a comprender y apreciar el tesoro de Rioja Alavesa: su vino y su gastronomía.

Los amantes del patrimonio histórico tienen la oportunidad de asombrarse con la historia de una región milenaria. 4.700 años de historia. Desde la construcción megalítica de La Chabola de la Hechicera, en Elvillar, a El Poblado de la Hoya, en Laguardia, o los cascos históricos de Elciego, Labastida y Labraza, perfectamente conservados.

Por último, como no podía ser menos, la Ruta del Vino propone el disfrute de los vinos con propuestas tan insólitas como la de Vino bajo las estrellas: el Maridaje Estelar, ganador del premio internacional Best Of en innovaciones enoturísticas. Un viaje sensorial a través del cielo nocturno, mientras se disfruta de una selección de los mejores vinos, servido al atardecer con música en directo que da la bienvenida a un impresionante espacio situado encima de un meandro del río Ebro, en el corazón de los viñedos de la Bodega Familia Valdelana.