El Ayuntamiento de Amurrio quería haber aprovechado las vacaciones de los colegios públicos Mendiko y Zabaleko para iniciar las obras de reforma y adecuación que harán de sus patios zonas de recreo más inclusivas, con cabida para todo tipo de juegos creativos y talleres, y con más espacios verdes y arbolado, pero todo apunta a que no va a poder ser. De hecho, el concurso, lanzado en junio, tuvo que declararse desierto el pasado 21 de julio, por falta de licitadores.

“No por el precio, un total de 177.227,87 euros, que se corresponde a los de mercado, sino porque la fecha de inicio de las obras sería en el mes de agosto, época de vacaciones, dificultando esto el cumplimiento de los plazos de ejecución establecidos, que es de tres meses”, según señala el informe técnico obrante en el expediente, tras consultar los motivos de la ausencia de ofertas a dos empresas del sector.

Así las cosas, se ha optado por mantener precio y plazo, e iniciar una nueva fase de adjudicación del contrato por procedimiento abierto simplificado y tramitación urgente, que sitúa en el 16 de agosto el plazo máximo para la presentación de ofertas. Es decir, por mucho que se quiera correr, es imposible que las obras estén avanzadas, e incluso iniciadas, antes del regreso a las aulas, como se pretendía en un principio, de cara a generar la menor afección posible a todo el desarrollo de la actividades educativas que se generan en dichos patios durante el curso lectivo y minimizar los riesgos.

Proceso de participación

Del total del presupuesto, 99.773,08, IVA incluido, corresponden a la intervención en Mendiko (2.892 metros cuadrados), y los 77.454,79 euros restantes, a la prevista en Zabaleko (1.403,42 metros cuadrados), ambas acordadas a través de un proceso de participación en ambos centros, mediante talleres de diseño y creación con los ciclos de Primaria, que han tenido por objeto intervenir en la configuración y dinámicas del patio y espacios comunes de la escuela.

En concreto, el proceso ha tenido como resultado una propuesta de rediseño de los patios de ambos colegios públicos, que contienen distintos niveles de intervención en función de sus posibilidades de transformación, que hacen referencia a propuestas de nuevas zonificaciones de ambientes, y a la incorporación de nuevos elementos, tales como tobogán, elementos de equilibrio, pirámide de troncos, columpios, espacios de debate, muro de escalada, mesas de picnic para juegos de mesa, huerto, área de expresión corporal, bancos y papeleras, por citar alguno.

Y es que el patio escolar es el primer espacio público que viven muchos niños y niñas, y el diseño y características físicas del mismo, así como sus modelos de gestión y los usos que se fomenten en él, transmiten mensajes y aprendizajes que influyen notablemente en las conductas y comportamientos del colectivo infantil. “En muchas ocasiones, los patios escolares no han sido diseñados y pensados convenientemente. La arquitectura, al igual que todas las disciplinas del saber, se han constituido bajo una lógica androcéntrica. Esta situación origina con frecuencia determinados conflictos y problemas, ya que algunos juegos y usos adquieren mayor importancia que otros, y el espacio no promueve relaciones y experiencias de calidad”, apuntan desde el Consistorio.

En este sentido, el rediseño de estos espacios ayudará a subsanar estas desigualdades históricas entre hombres y mujeres, en un ejercicio que va mucho más allá de mover las cosas de sitio o cambiar la estructura, ya que ha supuesto, por necesidad, la implicación y participación de toda la comunidad educativa para reconstruir nuevos patios y, sobre todo, nuevas maneras de entender la escuela.

Mural y nueva caldera

De hecho, el edificio de Educación Infantil de Mendiko ya ha cambiado y ganado colorido, gracias a una iniciativa impulsada durante la pandemia por dos madres, licenciadas en Arte, que empezaron pintando el suelo del entorno y terminaron supervisando el pintado del mural que decora la pared que bordea el citado inmueble y el invernadero del centro. Para ello han contado con el apoyo de la dirección y el AMPA, mientras que el Ayuntamiento las ha ayudado a financiar los gastos de pintura. La obra –que ha cubierto el viejo ladrillo con un paisaje donde vuelan pájaros y crecen flores y árboles, a los que acompañan diversos animales– la abordaron entre madres, padres y alumnado desde los 3 años hasta sexto de Educación Primaria, bajo la supervisión del profesorado.

Por su parte, en el colegio Zabaleko, también de Amurrio, el que sí parece estará resuelto de cara al invierno es su sistema de calefacción, pues el Ayuntamiento adjudicó el cambio de caldera, el pasado 20 de julio, a la empresa Giroa, en cerca de 93.500 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de seis semanas. La caldera actual del centro es de gasóleo y tiene más de 20 años de antigüedad, por lo que el consumo es muy elevado. La nueva será de gas natural.