Calladita te ves mejor. Qué mal conduces. Mujer tenías que ser. Es que los hombres son así... Estas son algunas de las frases que se utilizan en la cotidianidad y que perpetúan la desigualdad de género. Las cifras reflejan que en lo que va de año 37 mujeres han sido asesinadas a manos de sus maridos o exparejas. Cuando salen las estadísticas, la sociedad se pregunta cómo acabar con este fenómeno. Por eso, tres expertos en el tema hablan con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sobre cómo aprender a detectar ese tipo de violencia sutil en los ámbitos del lenguaje, del trabajo y de las relaciones afectivas para contribuir a una sociedad más equitativa.

Ianire Estébanez, psicóloga experta en violencia machista, prevención y juventud, recomienda a las adolescentes estar atentas a esas "cosas que les chirrían", ya que a veces dicen mucho más de lo que parece. Y es que las relaciones tóxicas son un concepto que se ha puesto de moda entre los jóvenes y que esconde una situación compleja que puede desembocar en problemas aún mayores, con casos incluso de maltrato psicológico o físico.

"Al utilizar frases como ay, tía, creo que estoy en una relación súper tóxica, lo que hacemos es normalizar y quitarle importancia, porque cuando decimos esto es violencia, genera impacto y pensamos que no queremos vivir eso", comenta la experta. Además, resalta que hay que tener en cuenta algunas de las banderas rojas en una relación, tal como el aislamiento, el tener miedo a las reacciones de la pareja, la culpabilidad o el control sobre todo lo que su pareja hace.

Y es que Álava no es ajena a esta demoledora realidad. Según los datos del servicio foral Hegoak, que ofrece atención psicosocial a quienes sufren este maltrato de forma directa e indirecta, asciende a 1.103 de enero a octubre, una cifra récord en la provincia, el doble que hace una década.

Las industrias culturales y sus diferentes formatos juegan un papel importante en la socialización de los individuos, en la creación de su identidad y son de especial relevancia en la prevención de la violencia hacia las mujeres. Pablo Vidal Vanaloche, doctor por la Universidad del País Vasco y publicista, relata que los micromachismos son pequeños controles imperceptibles que establecen muchas veces los hombres para restablecer su dominio y esto se hace patente aún en los guiones de las películas, en la música, en las series y en el contenido audiovisual que consumen los jóvenes de forma digital.

Y es que según el experto, "siempre ha existido un reparto un poco sexista que enseña a los hombres siempre con obligaciones productivas y a las mujeres con tareas reproductivas, basadas en el cuidado, el hogar y el entorno familiar".

"En esta campaña navideña vemos como las cajas de los juguetes dirigidos a niños tienen colores neutros, azulados y tienen la imagen de un niño que está con un equipo tecnocientífico. Si vemos los embalajes dirigidos a las niñas, los packaging son de tonos rosas, pasteles, donde ellas aprenden a ponerse guapas, a ser coquetas y a montar joyas", lamenta. "Toda esa diferenciación de universos, crea enormes avances en la desigualdad porque esto mismo que pasa en los juguetes ocurre luego con lo que consume la gente", añade.

"En mi caso la familia y la escuela han sido un factor importante en mi socialización, pero ahora no. La mayor parte de los contenidos audiovisuales son los que realmente influyen día a día a través de las redes, todo lo que consumen lo van interiorizando con una ideología que la mayor parte de la sociedad no desea". Recomienda que los padres pongan cuidado a lo que sus hijos ven a través de la pantalla, ya que debido a la influencia mediática y la publicidad, "se derivan ciertas patologías que afectan a la psicología de las personas como la autoestima y la depresión, luego hay otras más graves que afectan físicamente como la bulimia o la vigorexia en el caso de los chicos".

Según Nieves Martínez Gayoso, profesora titular en Derecho de trabajo social en la UPV/EHU, "hay que tener en cuenta que las mujeres somos más del 50% de la población y debido a esa minusvaloración hay mucho talento que se está perdiendo". Según la experta, la brecha salarial trae problemas y arrastra consecuencias a muchos niveles. "Hay menor motivación para mantenerte en el empleo, baja autoestima, brechas en las pensiones ya que el salario es menor, mayor tendencia de tener dependencia económica o emocionales, entre otros".

Aunque considera que hay una preocupación en el ámbito laboral por la igualdad y se está avanzando en implantar esas políticas en las empresas, también "hay una cierta resistencia a admitir esto porque da una mala imagen o puede ser perjudicial para la empresa reconocer que existen esas conductas, esa violencia en su entorno, ese machismo cuando en realidad la forma de poder neutralizarlo es ser consciente de que están".

Qué son. Son frases o acciones cotidianas donde se ejerce el dominio masculino sobre la autonomía femenina y que se deberían de eliminar del vocabulario para ayudar a contribuir a una sociedad más igualitaria. Muchas veces tanto mujeres como hombres las usan sin tener en cuenta el daño que produceEjemplos. 'Por cosas como esas, las mujeres no deberían jugar al fútbol'; '¿Ingeniería?, sabes que eso es una carrera de chicos ¿verdad?'; 'Si quieres ascender en tu puesto de trabajo, no te quedes embarazada'; ¿Has pensado en abandonar tu carrera para dedicarte a tu familia?; 'Qué suerte, tu marido te ayuda en casa'; 'Estás algo nerviosa, ¿no estarás en tus días?; 'Seguro que obtuvo ese puesto de trabajo porque se acostó con alguien'.

En las relaciones afectivas. 'No te enteras de nada'; 'Otra vez no lo entiendes'; 'Tú de esto no sabes'; ¿Quieres que me enfade?; 'Me estás provocando'; 'Todo es tu culpa'; 'Me vas a encontrar'; 'Te quejas de vicio'; 'Sacas lo peor de mi'; 'Vaya cruz que tengo contigo'; 'Calladita estás mejor'; 'Ese trabajo no lo vas a poder hacer ahora que eres madre'; 'El niño necesita a su madre, quédate en casa'.

A nivel comunicativo. 'Mujer al volante, peligro constante'; 'Ese color es de mujer'; 'El no de una mujer significa ruégame un poco más'; 'A las mujeres no les gustan los chicos buenos, prefieren a los malotes'; 'Los hombres no lloran'; 'Los hombres son más razón y las mujeres más emoción'; 'Si un niño te trata mal es porque le gustas'; 'Los videojuegos son de chicos'.

Estas son sus palabras al referirse a la brecha salarial como motivo de minusvaloración de la mujer.

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Mujeres han sido asesinadas a manos de sus maridos o ex parejas en lo que va de año.