Dentro del ciclo En el foco. Mercados globales que matan, hasta el 7 de noviembre, la plaza de la Virgen Blanca acoge una exposición de 24 fotografías de la fotoperiodista especializada en derechos humanos Judith Prat, que dibuja un viaje a tres conflictos internacionales y que conduce al espectador a la precariedad y las consecuencias de la guerra que sufre la población más vulnerable.
Esta muestra retrata el trabajo hecho a lo largo de estos años en tres bloques: la guerra de Yemen, las minas de Coltán en la República del Congo y la frontera entre México y Estados Unidos.
Según la autora, "las guerras son fuentes de negocios a muchos niveles, quizá uno de los más evidentes es la venta de armas, los tránsitos de personas a la hora de buscar trabajo o los expolios de los minerales como causa de algunos de los grandes conflictos. Se trata de acercar realidades cercanas pero que están muy conectadas a nosotros, la opción de que la exposición esté en la calle es maravillosa para eso".
Conflictos olvidados
Judith Prat dirige su foco hacia los conflictos olvidados y en sus fotos retrata la miseria, el sufrimiento, el abandono, la explotación y la mirada firme de la población más vulnerable y de aquellos sobrevivientes en pie de guerra. Por ello, entre sus objetivos está entrar en Yemen otra vez "es muy difícil pero hay que intentar hacerlo ya que parte de nuestro trabajo es contar aquello que hay quien no quiere que se cuente y rescatar algunos proyectos que se quedaron apartados por el covid como algunos trabajos en Colombia y otros países".Guerra de Yemen
Yemen ha entrado en un sexto año de guerra y es "actualmente un agujero negro informativo", porque es prácticamente imposible la entrada al país para la prensa extranjera.
Prat narra que consiguió entrar en 2018 y logró documentar la guerra y las tragedias humanas que supone tantos años de violencia para la población civil "en estas imágenes puede verse perfectamente en qué situación se encuentran ahora mismo". Según la ONU, Yemen sufre la mayor crisis humanitaria de los últimos cien años, así que "estamos ante una población prácticamente destruida, casi el 80% de su población necesita ayuda humanitaria para sobrevivir y están al borde de la hambruna, en una situación realmente dramática".
La última parte de la exposición está centrada en la frontera entre México y Estados Unidos, la fotoperiodista ha retratado el trabajo de los jornaleros fronterizos del campo en la frontera entre estos dos países, "he querido documentar esta cuestión porque esta frontera es prácticamente infranqueable con esas vallas y leyes migratorias.
Aún así se hace necesario abrirla y ser más permeable a la hora de las cosechas porque sino no hay obra de mano suficiente. La mitad de esos trabajadores extranjeros lo hacen sin permiso de trabajo, eso les somete a una mayor vulnerabilidad no solo a nivel laboral sino de derechos humanos".