El protocolo anticovid del nuevo curso escolar consta de un anexo en el que se establecen las condiciones en las que los barnetegis podrán reanudar su actividad, tras permanecer cerrados en el curso anterior. El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, destacó ayer la importancia de que estos centros, dedicados al afianzamiento del aprendizaje del euskera, puedan volver a funcionar.
La apertura de los barnetegis parece una medida más que necesaria. Y es que el Diagnóstico del Sistema Educativo 2021 Merece especial atención la situación por la que atraviesa el modelo D (euskera), la línea que elige la mayoría de las familias para sus hijos e hijas, que escolariza ya al 74% del alumnado de Primaria y al 70% de Educación Secundaria. Los datos del último estudio elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) hablan por sí solos.
Y no son precisamente alentadores. El 49% del alumnado de 13 años del modelo D público y el 57,8% del concertado "no alcanza el objetivo del bilingüismo". Dicho de otro modo, la mitad de quienes estudian en inmersión lingüística en euskera no logra adquirir un nivel suficiente en las dos lenguas oficiales. Entre otras consecuencias, esta falta de dominio del euskera tiene un reflejo directo en la competencia lectora. Aunque mejor que la media del Estado, Euskadi se sitúa en lectura por debajo de la media de la Unión Europea, con un porcentaje de alumnado con nivel bajo del 23,04 %, todavía lejos del objetivo del 15% a alcanzar en el 2030.
Los resultados del diagnóstico muestran que se ha producido una involución los últimos años en el conocimiento y uso del euskera en las aulas. A lo largo de la última década ha caído diez puntos el porcentaje de estudiantes bilingües en modelo D (del 32% al 22%). Este nivel sería algo así como lo óptimo, chavales y chavalas de 2º de la ESO que se manejan en euskera y castellano. Pero si salimos de él y miramos hacia arriba (la excelencia) o hacia abajo (la insuficiencia) se acierta a ver la verdadera foto del modelo D. En la franja baja, la foto está compuesta por un 14% de alumnado no competente (euskera ni castellano), un 36% de monolingües (castellano) un 1% de monolingües (euskera). Y en el ala noble hay sólo un 11% de bilingües de nivel alto, un 9% de bilingües con predominio de castellano y un 5% de bilingües con predominio de euskera.
A juicio del ISEI-IVEI, la debilidad y declive del bilingüismo están provocados en, gran medida, por la incorporación de alumnado extranjero (que en ocasiones no domina ni castellano ni euskera), hijos de familias cuya lengua materna es el castellano o viven en entornos no euskaldunes. Y es que, el índice socioeconómico (ISEC), la lengua materna y la idoneidad -estudiar en el curso que corresponde por edad- condicionan enormemente la competencia lingüística en las dos lenguas oficiales. Según el ISEI, el nuevo perfil del alumnado "va a necesitar un ajuste en la visión de la comunidad educativa en su conjunto para responder a los nuevos retos de una escuela plurilingüe".
El alumnado no competente ni en euskera ni en castellano es quien tiene el menor nivel de ISEC y el mayor porcentaje de repetición y de alumnado de origen extranjero. El monolingüe castellanófono tiene un perfil bastante similar al anterior, pero con valores menos extremos. El alumnado bilingüe equilibrado de nivel alto tiene, en ambas etapas, el mayor nivel de ISEC, una de las menores tasas de repetición y un bajo porcentaje de alumnado de origen extranjero.
Por su parte, el alumnado bilingüe equilibrado tiene valores medios prácticamente en todas las variables. Los bilingües que dominan más el euskera de 4º de EP tiene un ISEC similar al del alumnado bilingüe con predominio del castellano y en 2º de ESO tiene un ISEC similar al alumnado bilingüe equilibrado de nivel alto. En ambas etapas tiene una de las mayores tasas de idoneidad, una de las menores tasas de alumnado de origen extranjero (en 2º de ESO es la más baja) y uno de los mayores porcentajes de lengua familiar euskera (en 2º de ESO es el más alto).
El alumnado bilingüe con predominio del castellano tiene un ISEC similar al alumnado anterior, una tasa alta de idoneidad, un porcentaje de alumnado de origen extranjero de un 8 % en 4º de EP y de un 4,9 % en 2º de ESO y un porcentaje bajo de lengua familiar euskera (5 % en 4º de EP y 10,6 %, en 2º de ESO). Además del nivel de conocimiento, el informe también analiza el uso del euskera en los centros. Y en este capítulo también se vislumbra una tendencia "ligeramente descendente" pero que en última instancia "condiciona los resultados en esta competencia". En el nivel en lenguas y en el resto. Así quedó de manifiesto en la Evaluación de Diagnóstico 2021 que ha estuvo marcada por la pandemia.
Los resultados obtenidos en las pruebas arrojan datos similares en Educación Primaria (4º de Primaria), mientras que en la ESO (2º de la ESO) se percibe un descenso en las materias analizadas. En Primaria, se percibe un ligero ascenso en 4 de las 6 áreas analizadas (las áreas son: competencia en euskera, castellano e inglés, competencia en matemáticas, en ciencias y competencia para aprender a aprender y pensar). En la ESO, se constata un ligero descenso en casi todas las competencias.
ESO. No se alcanza el objetivo del bilingüismo en el 96,3 % del estrato A público, en el 83 % del estrato B público, en el 82,6 % del A concertado, ni en el 64,3 % del B concertado. Pero el modelo D tampoco garantiza que se alcance el objetivo del bilingüismo en el 49,1 % del estrato D público y en el 57,8 % del estrato D concertado.
Primaria. La situación mejora en parte. El 56,0 % del estrato B concertado sí alcanza el objetivo al igual que el 67,2 % del D público y el 76,4 % del D concertado; no obstante no se llega en el resto.