Neiker ha presentado los resultados de los ensayos de variedades de trigos blandos de otoño, cebadas de invierno y cebadas de primavera de la Red GENVCE -Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos- realizados en esta campaña 2020-21, así como los resultados de los ensayos de variedades de trigos blandos de otoño y cebadas de primavera de la Red Exterior de Cereales de Álava.

GENVCE está integrado por técnicos de centros e institutos de investigación de las comunidades autónomas en las que el cultivo del cereal es representativo. Se dedica a realizar ensayos de las redes de experimentación de variedades, de la Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y de empresas del sector privado.

Su objetivo es ofrecer al sector cerealista (técnicos, agricultores, industriales y administración) información precisa y práctica sobre la adaptación agronómica y la calidad de las nuevas variedades de cereales y cultivos extensivos.

Mediante estos ensayos, que se han realizado en la finca de Gauna en la Llanada Alavesa, se han evaluado las diferentes variedades de trigo blando de otoño, cebada de ciclo corto y de ciclo largo. Dichos ensayos se han realizado siguiendo el protocolo de la Red GENVCE y formarán parte de los resultados que publicará con datos estatales. Junto a ellos resultados, también se han presentado los de los ensayos de variedades de trigos blandos de otoño y cebadas de primavera realizados en la Red Exterior de Cereales de Álava en esta campaña 2020-21. En este caso, estas variedades de trigos y cebadas han sido evaluadas en la Montaña y en los Valles alaveses.

Tal y como cuenta Ibai Elorza, técnico de producción vegetal en cultivos extensivos del departamento de producción y protección vegetal de Neiker, lo que se ha testado son "las variedades que habían obtenido mejores resultados en campañas anteriores, obteniendo así datos de cómo se comportan estas variedades en las diferentes zonas agroclimáticas de Álava".

A nivel climatológico, esta campaña ha permitido una buena siembra y nacencia en los meses de otoño con lluvias escalonadas y temperaturas frescas pero sin heladas. Los meses de final de otoño y principio de invierno vinieron con abundante precipitación y temperaturas no muy frías exceptuando la primera semana del año en la que nevó abundantemente.

A continuación, tras unas lluvias abundantes, a finales de febrero Álava entró en un periodo muy seco durante el final del invierno y el principio de la primavera. En este sentido, esta situación también tuvo un reverso positivo que se plasmó en el poco desarrollo de las enfermedades fúngicas en ese periodo de principio de primavera.

Por último, en la parte final de la primavera, las precipitaciones volvieron a aparecer en el campo alavés, lo que permitió terminar el ciclo con un buen espigado y llenado de grano de los cereales en el Territorio. En resumen, concluye Elorza, "esta ha sido una buena campaña para el cereal en Álava. Una campaña en la que cabe destacar además la menor incidencia de las enfermedades fúngicas".

Neiker lleva realizando ensayos dentro de la Red GENVCE desde su creación a principios de siglo con el objetivo de poder compartir y transferir a agricultores y agricultoras los datos de las variedades que mejores resultados ofrecen en la zona de la Llanada Alavesa. Hace dos campañas, además, comenzaron a realizar los ensayos de la Red Exterior de Cereales en Álava en otras zonas como los Valles alaveses o la Montaña a fin de ofrecer resultados acerca de las mejores variedades de cereal para las diferentes zonas agroclimáticas del territorio histórico.