La prevención y la detección de la soledad en las personas mayores se ha convertido en una importante preocupación para las instituciones hasta el punto que son las directrices que marcarán el curso de la estrategia Araba a punto que desarrollará la Diputación Foral de Álava en los próximos cuatro años.
Así lo explicó ayer el diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, que estuvo acompañado por la directora general de Servicios Sociales, Ana Belén Otero, durante su comparecencia ante la Comisión de Bienestar Social de Juntas Generales de Álava, a la que el diputado había solicitado comparecer a petición propia para explicar la estrategia de construcción colectiva para hacer frente a la soledad no deseada de las personas mayores del territorio histórico de Álava.
El proyecto, presentado hace un mes, surge ante la "realidad" de que personas mayores del territorio "viven la soledad como un problema que afecta de manera significativa a su bienestar físico, emocional, social y relacional. La situación que estamos viviendo, provocada por los efectos de la pandemia del covid-19, ha aflorado la realidad de la soledad no deseada de manera desgarradora, haciéndonos más conscientes de la existencia de personas que viven en nuestra cercanía y que se sienten solas", explicó el diputado foral, que en un momento determinado de su intervención llegó a contar una experiencia personal, el fallecimiento de una persona en el edificio en el que vive, sin que nadie supiese nada durante días, y que le impactó profundamente.
El proyecto Araba a punto, liderado por el Departamento de Políticas Sociales, dio el pistoletazo de salida en un primer encuentro en marzo. En él se identificaron más de cien iniciativas, proyectos y servicios que, de una manera u otra, luchan contra la soledad no deseada, tanto a nivel micro, como local, foral y autonómico, en distintos ámbitos sectoriales, tales como el sector de cuidados, servicios sociales, diversidad-discapacidad, salud, educación, exclusión, personas mayores, género y tecnología. "Con la información obtenida, se está elaborando un mapa de agentes e iniciativas, identificando las interrelaciones existentes, como punto de partida para potenciarlas y reforzarlas".
En la puesta en marcha del proyecto, un total de 19 organizaciones manifestaron su disposición a participar activamente en el grupo motor en el desarrollo del plan de acción del proyecto, que definirá y priorizará las diferentes actuaciones a realizar. Entre ellas, destacan servicios sociales de base, colegios oficiales profesionales, cuadrillas y municipios del territorio, y entidades como la Red de Mujeres Medio Rural; la Organización Solidaridad Enfermera, Secot, Cruz Roja Araba, Ubikare, Vivir con voz propia, Talento activo +65 y Ascudean. Todo ello sobre la premisa de las dos "directrices" que marcarán el proyecto, según se definió en la primera sesión: la detección de las personas que viven en soledad y las iniciativas preventivas contra la soledad no deseada.
En este sentido, Emilio Sola ha destacado la puesta en marcha a finales de año de la Escuela de Soledades-Bakardadeak Eskola, una experiencia piloto que tiene vocación de extenderse a otros municipios alaveses. La escuela será "un espacio de encuentro intergeneracional, de generación de conocimiento y aprendizaje, y de investigación aplicada a la intervención y de experimentación".
En el posterior debate se plantearon básicamente dos temas. Por un lado, desde EH Bildu se preguntó por la implicación en este programa por parte de los ayuntamientos, ya que este tema roza las competencias municipales. De hecho, el Ayuntamiento de Gasteiz ya ha presentado una iniciativa similar hace pocos días, a lo que el diputado contestó que ya se había comentado con ellos. Por otra desde Elkarrekin-Podemos se interesaron por los colectivos que van a participar en el grupo motor.