- Cuando se trata del covid-19, apenas unos pocos días son suficientes para que un escenario epidemiológico a priori estable pueda derivar en otro de máxima inquietud. Y eso es precisamente lo que ha sucedido en Álava a lo largo de este pasado enero, al que el territorio se adentró en zona amarilla, con una curva de contagios todavía en fase descendente y 52 pacientes ingresados en el Hospital Universitario Araba (HUA) con diagnóstico positivo, once de ellos en la UCI.
Sólo un mes después, la pandemia ha vuelto a dar un baño de realidad y el territorio se encuentra a día de hoy instalado en zona roja, con los nuevos positivos al alza y 96 personas hospitalizadas en Txagorritxu y Santiago, 20 de ellas en cuidados intensivos. El territorio ha sumado durante el recién concluido enero 3.599 nuevos casos de covid-19, a un ritmo de 116 diarios, atendiendo a los datos cerrados ayer por el Departamento vasco de Salud. Fueron 1.122 más que los contabilizados en diciembre.
Con sus retrasos, dudas y errores, la campaña de vacunación ya en marcha es ahora la gran esperanza colectiva para empezar a dibujar el final de esta pesadilla y la otra cara de la moneda de esta crítica etapa de la pandemia.
La tasa de incidencia acumulada del virus marcaba en el territorio el pasado 1 de enero, una jornada en la que Álava sumó 80 nuevos casos de covid-19, los 285,58 positivos por cada 100.000 habitantes. La provincia se encontraba todavía en amarillo tras un diciembre marcado por la progresiva caída de los contagios, pero el efecto de los primeros días de la Navidad y del relajamiento de las restricciones comenzaba ya a apreciarse en la curva de incidencia.
Ese descenso no tardó en convertirse en meseta y, poco después, en imparable ascenso. El 9 de enero, tras sumar 513 nuevos casos durante los siete días previos y apenas tres días después de acabar las Navidades, el territorio volvía a entrar en zona naranja con una incidencia de 301,32 positivos por 100.000.
Desde entonces, los nuevos contagios no pararon de crecer en el territorio, donde las restricciones se fueron endureciendo progresivamente. Fueron 726 en la semana del 11 al 17 de enero, 1.050 en la siguiente y 1.107 durante los últimos siete días del mes, una progresión imparable que ha ido tiñendo la provincia de rojo.
Álava en su conjunto regresó a esa zona de máximo riesgo el viernes 22 tras sumar 209 contagios en sólo 24 horas, una cifra de positivos que se convirtió además en la más elevada de todo enero. Gasteiz hizo lo propio ese mismo fin de semana y tuvo que cerrar su hostelería y suspender el deporte escolar desde el pasado martes 26.