El Consejo de Gobierno aprobó hace apenas un mes las ayudas directasde 725.000 euros destinadas a las explotaciones vitícolas y elaboradoras de sidra, y ya ha dado el visto bueno a su resolución.
Finalmente serán 515 las explotaciones beneficiadas, con algo más de 9.000 hectáreas. Se trata de una línea de apoyo creada a partir de varios programas del Plan Á que no podrán llevarse a cabo antes de final de año por las restricciones vigentes, y que la Diputación Foral de Álava ha decidido transformar en ayudas directas al sector.
Las explotaciones vitícolas han afrontado situaciones muy complicadas durante este 2020 por culpa del coronavirus, obligándoles a incorporar a sus planes de prevención de riesgos laborales las medidas aprobadas por las autoridades sanitarias en medio de una gran incertidumbre respecto a sus resultados económicos.
Esto ha sido especialmente problemático tanto en las campañas de espergura y desniete como, especialmente, en la época de la vendimia. Estas explotaciones se han visto abocadas a asumir importantes costes para el cumplimiento de las medidas sanitarias tanto para sí como para el colectivo de trabajadores temporeros, de gran importancia y volumen en las zonas vitícolas de Álava.
A esto hay que añadir acciones especiales en alojamientos comunitarios y transportes para su adaptación al cumplimiento de las normas sanitarias con el fin de garantizar la salud laboral. A esta problemática hayque añadirla difícil climatología sufrida durante la campaña, que ha obligado a los viticultores de Alava a un esfuerzo suplementario en los cuidados preventivos del viñedo con el objeto de salvar la cosecha y preservar la sanidad de la uva, con un aumento sustancial de los costes de producción.
Resultados económicos
Por todo lo anterior, los resultados económicos de las explotaciones se han visto seriamente afectados, tanto porque las bodegas compradoras de uva han reducido su demanda lo que ha derivado en una reducción del precio de la uva, como por el incremento de los costes de producción derivados de la climatología y de la adaptación a las medidas de seguridad laboral que ha establecido la normativa.