VITORIA - La desaparición del peaje en lo que fue la AP-1 ha supuesto un esperado incremento del 31,5% en el tráfico de vehículos a lo largo de lo que fue, hasta el 1 de diciembre de 2018, una autopìsta de pago. Así lo han confirmado las estaciones de aforo repartidas a lo largo de la vía al comparar la intensidad de tráfico respecto a los once primeros meses de hace dos años, cuando era obligatorio el pago para todos los vehículos. Según los datos que ha recabado el Ministerio de Transportes y Movilidad la intensidad media diaria ha pasado de 20.480 vehículos a casi los 27.000.
El incremento se hace más evidente al centrar el estudio sobre el tráfico pesado. Se detecta aquí cómo el dato casi se duplica al registrar un paso medio diario de 3.727 vehículos durante los años de pago, hasta los 7.309 vehículos de este tipo tras abolir el pago en las cabinas de peaje. Estos guarismos que maneja el ministerio que encabeza José Luis Ábalos refleja la buena acogida que ha tenido la eliminación del peaje entre los conductores profesionales.
Este cambio en las rutinas de los conductores para decantarse por el tramo entre Armiñón y Burgos ha supuesto el vaciado prácticamente total de la antigua carretera nacional, que ha quedado reducida a una simple calzada de conexión y tránsito entre los residentes de los municipios a su alrededor. De la misma manera, ese crecimiento del 31,5% ha supuesto el embotellamiento y colapso de la AP-1 en jornadas de desplazamientos masivos como en vacaciones de verano o en la Semana Santa. Así se pudo corroborar el pasado año, el primero en el que el tramo estuvo libre de peaje y fue por el se decantaron tanto los conductores nacionales como los que llegan desde Europa en su tránsito hacia el norte de África.
De manera paralela, esa brusca caída del tráfico en la A-1 ha supuesto que se completaran doce meses sin contabilizar ninguna víctima mortal, por vez primera en varias décadas.
área de quintanapalla Por otro lado, el Ministerio de Transportes y Movilidad formalizó la pasada semana el contrato de concesión de servicios hasta el año 2025 para la explotación del área de servicio de Quintanapalla, en la AP-1. Cuenta con un bar, restaurante, tienda y los surtidores de carburante para automóviles y camiones. Dado que se trata de un área de servicio ya construida, y a fin de dar continuidad a la prestación del servicio en la misma, su explotación se realiza a través de un contrato de concesión de servicios, confirme determina la legislación vigente sobre esta materia.
El periodo de tiempo es para 5 años, en los cuales el adjudicatario realizará la conservación y explotación de las instalaciones. El canon anual a abonar asciende a 3,26 millones de euros.