vitoria - El desarrollo y avance de las obras de renovación de la Cuesta de San Francisco se toparon ayer con el hallazgo de un inesperado contratiempo. Los operarios que ejecutan los trabajos en la zona dieron con un par de canalizaciones eléctricas de Iberdrola que contienen el peligroso amianto. Como en todas las ocasiones en las que se descubre la presencia de este peligroso agente se requiere aplicar una técnica especial de trabajo por parte de los operarios que proceden a su eliminación.
Fuentes municipales confirmaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el hallazgo de estas canalizaciones en un par de tajos de la zona donde se desarrollan los trabajos. desde es instante se requirió la presencia de la firma especializada en esta labor, que se presentó con un gran remolque blanco y todo el utillaje preciso.
A lo largo de todo el día se pudo observar en la mitad de San Francisco un curioso cerramiento de plástico con un operario en su interior aplicándose sobre las conducciones con amianto. En el exterior otro trabajador, protegido con una escafandra blanca y otro tipo de elementos, procedía a transportar los restos extraídos de las conducciones eléctricas.
La retirada de este cancerígeno agente se llevó a cabo en condiciones de seguridad, bajo la supervisión de Osalan. Se puso también el máximo cuidado y garantías para la salud de los dos operarios que llevaron a cabo las labores y también para los numerosos peatones que transitaron por un punto tan concurrido como ese de la capital alavesa.
Este tipo de hallazgos de amianto es algo habitual al acometer trabajos de renovación en lugares donde se llevaron a cabo estas acometidas hace más de cinco décadas. En aquellos tiempos era habitual colocar conducciones de agua o luz que tenían este nocivo y peligroso elemento. Esa zona de San Francisco estaba dentro de las factibles donde podía aparecer el amianto, por los años transcurridos desde que acometió la canalización de los diferentes servicios.
En los últimos tiempos se han descubierto también amianto en algunas obras llevadas a cabo en la ciudad. Así, por ejemplo, en la fase inicial de los trabajos de ampliación del tranvía a Adurza, en la calle Domingo Martínez de Aragón, se encontraron restos de amianto.
Más recientemente, las obras de construcción del supermercado Aldi, en el Alto de Armentia, se toparon con el peligroso fibrocemento al derribar la instalación del concesionario de automóviles Honda que ha sido sustituido por la superficie comercial. - J.L.C.