leza - La empresa Lacroix Señalización, S.A. ha instalado ya los radares que controlarán la velocidad de los vehículos que circulen por el cruce de Leza, en la carretera A-124, uno de los puntos negros de las carreteras alavesas, donde ya se han contabilizado varios accidentes mortales. El coste de esta instalación ha supuesto una inversión de 14.533,04 euros para la dirección de Tráfico del Gobierno Vasco y, a la espera de su conexión definitiva, ya que ha sido la Diputación Foral de Álava quien se ha encargado del suministro eléctrico, los aparatos permanecen protegidos por unas bolsas de plástico negro.

La idea de instalar un radar que sirviera para reprimir los excesos de velocidad en ese tramo se viene barajando desde noviembre del año 2016, cuando un padre y su hijo fallecieron en un impresionante accidente de tráfico al quedar su vehículo, un todoterreno, entre dos camiones. Desde entonces se han venido reclamando medidas para mejorar la seguridad y algunas se han puesto en marcha, aunque no han servido para que se evitaran más accidentes como los que sucedieron desde aquella fecha. Eso si, desde la Diputación se tomaron algunas medidas, como la mejora de la señalización de la zona o el desmonte de la ladera en dirección hacia Samaniego para ganar en visibilidad.

En cualquier caso, para el anterior responsable foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, la solución definitiva que daría una mayor seguridad a conductores y peatones consiste en realizar un estudio para poder tener una carretera con arcenes y con la seguridad necesaria, sin descartar la posibilidad de realizar una rotonda que obligue a reducir la velocidad, tener más visibilidad y ordenar el tráfico en un punto caliente en el que se cruzan la carretera que desciende de Peñacerrada/Herrera, Leza, Hospital de Leza, zonas de chalets que hay al otro lado del acceso al centro sanitario y la vía principal que vertebra Rioja Alavesa, como es la A-124.

Mientras se dirimía la solución más eficiente para que no hubiera más muertos a causa de la peligrosidad del cruce, se iniciaron las negociaciones con el Gobierno Vasco, con la dirección de Tráfico, para poder instalar el radar. La propuesta fue aceptada, pero previamente la Diputación Foral tuvo que realizar las infraestructuras necesarias para que los radares funcionasen, como es la canalización eléctrica en ambos sentidos de la marcha.