Vitoria - A las puertas del despido por haber cargado la batería de su motocicleta en el trabajo. Así es como se encuentra el empleado de una empresa situada en Vitoria-Gasteiz que está a punto de perder su empleo acusado de robar electricidad a su empresa.
Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, y en versión de la empresa que vendió al trabajador la motocicleta, Vostok Electric, todo habría ocurrido con uno de sus clientes tras comprar la motocicleta eléctrica en Bilbao. “Vendemos estas motocicletas como novedosas porque en la moto tenemos una batería extraíble; se puede quitar de la moto para subirla a cargar a tu casa o al gimnasio o al propio trabajo; donde haya un enchufe estándar para cargarlo desde ahí. Es como el móvil y es más cómodo porque no se tiene que buscar un punto de carga”, explica Rachel, empleada de Vostok Electric.
Sin embargo, esta comodidad podría haberle dado un revés al cliente cuando tras cargar la batería en su puesto de trabajo sus jefes se ofendieron. “No les sentó nada bien y le han acusado de robar electricidad”, afirma y añade que la situación se “está complicando porque le quieren despedir y todo, le han puesto un expediente sancionador que él ha impugnado y el tema está en los Tribunales”.
En esta línea, según Vostok Electric, y en palabras de Rachel, esto que ha ocurrido “abre un debate” sobre si se pueden cargar o no las cosas en las empresas. “Todo el mundo carga el teléfono móvil en su oficina o puesto de trabajo, son dos horas y todos los días. En cambio, estas baterías son una de las más rápidas del mercado porque se carga en tres horas y media pero cada tres o cuatro días? “, matiza.
Ahora y tras lo ocurrido, Vostok Electric ha contactado con todos sus clientes para alertarles de lo ocurrido y prevenir que vuelva a ocurrir. “Hay empresas que, aunque intentan dar un paso hacia delante siendo más modernas, todavía viven en el pasado? Así que nos toca avisar de lo ocurrido para que la gente esté con cuidado y hablen con sus responsables para saber la política de la empresa en este asunto”, recomienda.
“Estamos disgustados por lo ocurrido, no pensábamos que lo que nosotros vendemos como beneficio pudiera repercutirle de esta manera a uno de nuestros clientes”, opina la empleada de las motocicletas a este periódico. De hecho, y en esta misma línea, asegura que tras lo ocurrido se encuentran muy “asombrados” porque “nunca” se hubieran imaginado que habría que pedir permiso a los superiores para poder cargar una batería de la motocicleta. “¿Por qué dejan cargar los móviles a todos y se enfadan por cargar esto?”, se cuestiona. “Es que la verdad nunca habíamos pensado que nuestros clientes tendrían que preguntar a sus jefes si pueden cargar o no las baterías, y mucho menos que por hacerlo le puedan acusar de robo. ¿Si cargo el móvil en mi trabajo les estoy robando?, ¿y si me quedo con un bolígrafo también les estoy robando?”, se pregunta. Además, y según su versión de los hechos, en la empresa del cliente “todo el mundo utiliza los enchufes para cargar cosas y por eso él no pensó que esto sería un problema”.
“Casos más a menudo” Legal o no, la realidad es que cada vez son más las personas que compran motocicletas, patinetes o vehículos sostenibles y eléctricos “y casos como este podrían darse más a menudo”. “Hasta ahora no se ha visto nada similar pero porque no se utilizaban motocicletas eléctricas, pero cada vez son más las personas que comprar vehículos eléctricos”, comenta Rachel y concluye su relato alertando a todos los usuarios que antes de cargar estos aparatos en su empresa hablen con sus jefes “aunque nos parece raro que haya que preguntarlo”.