Vitoria - El rictus de satisfacción es evidente en Jesús Castelo, presidente de la asociación profesional de ertzainas Euspel. Tras años de brega en las diferentes mesas de negociación con el Departamento de Seguridad (y de Interior, antaño), con el resto de fuerzas de la representación sindical del sector y con las formaciones políticas que han pasado por el Parlamento Vasco en las últimas legislaturas, ayer vio cómo el Legislativo vasco aprobaba la Ley de Policía del País Vasco, un texto del que se comenzó a hablar en 2008 y que, al fin, y gracias a la lógica de la aritmética parlamentaria, ayer vio la luz con el apoyo del PNV, del PSE-EE y del PP. “Nuestra valoración no puede ser más que positiva. Era necesario ponerse al día”, concreta Castelo en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Es evidente que fuera de la nueva norma, que ya es la quinta modificación de la Ley vasca de Policía desde 1992, han quedado asuntos que Euspel aspiraba a regular. Sin embargo, la apuesta legislativa por el desarrollo de la carrera profesional horizontal de los agentes es un paso “importante” que justifica el esfuerzo derrochado en los últimos años. No en vano, desde esta asociación profesional se recuerda que desde que se retomó la vía parlamentaria esta legislatura, han presentado 19 enmiendas, de las que una decena ya forman parte del articulado de la nueva legislación. “Euspel siempre ha apostado por la vía parlamentaria para sacar adelante las principales reivindicaciones de los agentes, como el desarrollo de la carrera profesional”, explica Castelo, quien indica que “otros fueron por la vía judicial para reclamar lo mismo, sin resultado alguno. Nosotros a través de nuestros servicios jurídicos ya sabíamos que había peticiones que no tenían recorrido judicial. No hemos engañado a nadie”.
En cualquier caso, fuera de la ley quedan varios temas que engrosarán las reivindicaciones que Euspel seguirá defendiendo. Por ejemplo, la regulación de las unidades que están en stand by, es decir, aquéllas que pueden estar hasta 5.400 horas al año a expensas del teléfono. Tampoco se ha incluido en la legislación a los Miñones. “Se les podía haber asignado la competencia se seguridad vial. Con ello se aseguraría su continuidad. Y no se ha hecho”, explica Castelo. Tampoco ha cambiado la remuneración que reciben los alumnos en formación en la Academia de Arkaute. Se pedía para ellos el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cantidad que supera con mucho los 585 euros que reciben desde hace años. Tal circunstancia, precisamente, se ha convertido en un problema para la propia Ertzaintza, que ya ha visto cómo hay aspirantes que, ante la posibilidad de optar a la Policía autonómica o a las diferentes policías locales, se decantan por las oposiciones a estas últimas, ya que hay cuerpos que abonan hasta el triple a los aspirantes en formación.
Tampoco ha gustado en el seno de Euspel la redacción de la Ley de Policía en cuanto a la creación de una Comisión de Control y Transparencia, con miembros relevantes de la sociedad a designar por la Administración. A juicio de los agentes consultados, tal disposición deja sin efecto el Consejo de la Ertzaintza. “Los agentes no estarán representados en ese nuevo órgano. Y eso no es positivo”, indica Castelo.
En cualquier caso, el PNV, el PSE y el PP “han hecho lo posible por sacar la legislación adelante”, con medidas impulsadas desde Euspel, como el citado desarrollo de la carrera profesional, la subida de 35 a 38 años (sin cumplir) del límite de edad de acceso a los cuerpos policiales, o intentar una mayor presencia de la mujer en el cuerpo y otras circunstancias que afectan al trabajo de los diferentes cuerpos de Policía Local, como la posibilidad de armar a los agentes más allá de la pistola reglamentaria.