El Deportivo Alavés sabía que el derbi frente a la Real Sociedad era una final para no complicarse el cierre del 2025, y como tal lo jugó. Los babazorros mostraron una versión muy seria, aun con momentos de incertidumbre, y volvieron a la senda del triunfo gracias a un gol de Lucas Boyé de penalti (1-0). Hubo ocasiones para más, también de los txuri-urdines, pero la falta de acierto siguió latente en los locales.
Eduardo Coudet no sorprendió con su once titular para afrontar el partido. Pese a que el resultado no fue el deseado, la visita al Camp Nou dejó muy buenas sensaciones en cuanto a juego y el técnico argentino apostó por dar continuidad a los elegidos aquel día. La única novedad la protagonizó Ander Guevara, quien entró en lugar de Antonio Blanco, sancionado tras ver contra el Barça la quinta amarilla.
Los primeros compases del derbi fueron bonitos de ver. Dentro de que reinó la igualdad y no hubo grandes ocasiones, ambas escuadras trataron de imponerse con el balón, saliendo jugado desde atrás y acelerando en tres cuartos. Además, tanto el Alavés como la Real avisaron de la misma forma: dos envíos en profundidad que frustraron los guardametas al salir al quite. Remiro bastante mejor que Sivera.
Quienes, eso sí, provocaron el primer “¡huy!” claro de la jornada vespertina fueron los gasteiztarras. Ocurrió en un saque de falta que Boyé, bien posicionado, cabeceó desviado. Y más peligrosa todavía hubiera sido una acción posterioren la que, aprovechando otro pase en profundidad, Calebe se plantó solo en el área. Solo su mal control le impidió probarse en el mano a mano con el portero txuri-urdin.
A partir de ese momento y hasta el final del primer tiempo, al Alavés le costó un poco más. No bajó su ritmo y esfuerzo, pero sí que tuvo menos acierto en las transiciones. También vio cómo aumentaba el número de interrupciones. En esa etapa, la Real tuvo dos ocasiones claras, ambas por medio de córners: Sivera salvó el testarazo de Soler en la primera y Brais Méndez remató al palo en la segunda.
Los albiazules, eso sí, reclamaron varios penaltis. Y uno de ellos fue señalado. Alberola Rojas no lo vio en directo, pero el VAR (Del Cerro Grande) le llamó para revisar la acción y, ya en el añadido del primer tiempo, apuntó a los once metros tras ver repetida la mano de Elustondo. La responsabilidad fue para Boyé, que no perdonó, aunque la pelota entró con bastante suspense, por debajo de Remiro (1-0).
MEJORABLE 2ª MITAD
De vuelta de los vestuarios, al Alavés se le notó mucho más enchufado. Entre sus distintos acercamientos, cabe destacar el que acabó Abde, con un disparo desde la frontal que obligó la estirada del meta visitante. El 21 también fue protagonista en una jugada individual no mucho más tarde. Esta se le marchó desviada. Antes había realizado el Chacho su primer cambio, dando entrada a Carlos Vicente por Calebe.
El problema de los babazorros fue que, pese a dominar con claridad a la Real y acercarse varias veces a Remiro, no pudieron ampliar su ventaja en ese arranque. Y los de Sergio Francisco tuvieron tiempo así no solo de volver a cogerle el pulso al partido, sino también de encerrar al Glorioso durante 15 minutos. Al Chacho, por alguna razón, le costó mucho reaccionar. No hizo más cambios hasta el 75.
Protesoni y Aleñá, en lugar de Guevara y Abde, fueron los elegidos por el técnico babazorro, que luego dio también minutos a Yusi (Denis). Se quedó con una sustitución en la recámara. Y, gracias a la entrada de los revulsivos, el Alavés volvió a igualar las fuerzas, aunque eso no evitó el sufrimiento en el epílogo. Al final, la retaguardia consiguió que el tanto de Boyé fuera suficiente para ganar.