baranbio - Con motivo de las fiestas de San Antonio, como todos los años, el pueblo de Baranbio, en Amurrio, acogerá el domingo en el entorno natural de la ermita de Garrastatxu una nueva edición del Ahuntz eguna. Una feria de ganado caprino que desde hace veintidós años intenta apoyar a este sector ganadero y acabar con el carácter marginal que suele tener la cría de estos animales y, sobre todo, defender a ultranza las razas autóctonas azpigorri y azpizuri para que no desaparezcan.
El programa tendrá su pistoletazo de salida mañana viernes con una charla coloquio y una cena en la que se reivindicará la importancia histórica que siempre ha tenido la cabra para la raza humana y el entorno. “Es un animal muy arraigado a esta zona y, en buena parte, gracias a ella pudieron subsistir nuestros antepasados que, no en vano, la denominaban la vaca del pobre. Sin embargo, se la ha demonizado durante años, con eso de que se comen las nuevas plantaciones forestales. Pero no hay que olvidar que la labor que hacen en el monte no lo hace ningún otro animal, porque eliminan el pasto arbustivo propenso a incendios, transformándolo en praderas beneficiosas para el resto de especies, ya sea ovino, bovino o equino”, matiza Iñaki Astobiza, miembro de la organización del día de la cabra.
No en vano, “bien regulada es una especie muy beneficiosa. En algunas provincias se está subvencionando su cría, por estar oficialmente en peligro de extinción, pero a la vez esta prohibido que pasten en monte público. ¡Es una incongruencia!”, espeta Beñat Olazabalaga, presidente de la federación vasca de asociaciones de criadores de azpigorri. Una asociación fundada en noviembre de 2013, gracias a la que se han unificado criterios de cría que están permitiendo, por ejemplo, que “un cabrero de Dima pueda adquirir un chivo de Baranbio en Álava o al revés. Algo que antes no se podía”, señala.
Raza azpigorri. En Euskadi existen 1.355 ejemplares azpigorri (1.258 hembras y 97 machos), en 39 explotaciones. Una nimiedad si se tiene en cuenta que la cabaña de ovino vasca asciende a 270.000 cabezas y que las razas caprinas en su conjunto rondan los 22.000 ejemplares. “Es mucho más costoso criar un cabrito que un cordero”, asegura Olazabalaga.
Raza azpizuri. La lucha por la azpizuri también estará presente en la feria de Baranbio, ya que, pese a todos los años que se lleva trabajando con ella, se trata de una raza no reconocida ni calificada como autóctona por las instituciones.