Oion - Una parte de las instalaciones del vertedero de inertes de Oion podrá recibir la autorización para funcionar, según ha confirmado el gerente de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, Vidal Olabarria. El letrado de la institución comarcal ha explicado que, tras una reunión de la entidad comarcal con representantes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco se atisbó la posibilidad de usar una parte de la instalación. Está dividida en dos partes: una, en la zona superior, que es la de selección, y el resto, el vaso, destinado al vertido de los materiales que no se van a reciclar. De esas dos partes, los técnicos del Gobierno Vasco ven posible que se pueda poner en funcionamiento la planta de selección, realizando tan solo algunas adecuaciones que no suponen una gran inversión.
Para ello, se está trabajando conjuntamente entre la Cuadrilla, el ejecutivo vasco y la empresa que lo gestionará, Reinares, en la elaboración de un proyecto para poder legalizar esa zona del vertedero. Para ello también se necesita la colaboración de la Diputación de Álava, para que ceda una maquinaria comprada hace años, que estuvo guardada en una nave de la empresa Reinares en Oion durante mucho tiempo, hasta que la Diputación se la llevó a Vitoria. Esa máquina, de selección, regresará de nuevo a Oion para realizar, por fin, la tarea para la que fue adquirida: la selección de los materiales reciclables.
Aunque es difícil prever plazos, se prevé que entre en funcionamiento dentro de un año más o menos, si no hay dificultades administrativas, y siempre que se termine la adecuación del lugar: asfaltado e impermeabilización, para que no se produzcan filtraciones al subsuelo.
En cuanto al vaso, la situación es más complicada, aunque también se está trabajando para dar solución a los problemas de filtraciones detectados por el Gobierno Vasco, que fue quien paralizó la entrada en funcionamiento de la planta debido a esta causa.
El vertedero dará servicio a toda la comarca, desde Oion hasta Labastida, y serán los ayuntamientos quienes pongan todo el cuidado para que no se vuelvan a producir los vertidos de inertes, de obras, especialmente, que aún se ven. Ese control se llevará a cabo desde el momento de la concesión de la licencia de obras, ya que los contratistas deberán certificar la entrega de los residuos en la planta autorizada.
En cuanto al costo del vertido, habrá un precio idéntico para todos con independencia de la distancia. Es decir, que se abonará la misma tasa para los procedentes de Oion que de Labastida, aunque mientras más lejos se encuentre la población origen de los residuos, mayor coste de transporte tendrá. Esto también es algo que sucede en la actualidad, ya que ahora estos restos de obras o residuos no orgánicos se llevan a Gardelegi, de la misma forma que los orgánicos van a Jundiz.
El vertedero de inertes de Oion está llevando una larga tramitación y su responsabilidad ha ido pasando de unas manos a otras desde que en 2010, el Ayuntamiento de Oion tomó la iniciativa de crear el servicio público de recepción de residuos inertes, junto a un garbigune -ya operativo-, aunque todavía con algunos problemas.
Una historia de desaciertos. El proyecto del vertedero comenzó a gestarse en el año 2000 y en marzo de 2001 se adjudicó a Construcciones Reinares. En 2004 se cambia de idea y se planifica como vertedero comarcal y el Gobierno Vasco da su autorización condicionada. En 2006, la Cuadrilla encargue a ARK-Gasteiz la dirección de la obra por un importe de 10.589 euros. En 2007 se añade un contrato de calidad constructiva y otro de asistencia técnica para estudio hidrogeológico. En marzo de 2010, la obra concluye. Sin embargo, se espera un año más, hasta mayo de 2011, que es cuando el Gobierno Vasco realiza la inspección y determina que hay que modificar el vertedero porque no cumple los requisitos de impermeabilidad.