azazeta - Tal y como se había anunciado por parte del diputado foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, ayer se celebró una reunión en Azazeta en la que se analizaron las posibilidades de poner en marcha medidas de seguridad vial que den tranquilidad a los vecinos frente al tráfico que pasa por la travesía. La jornada de trabajo se desarrolló por la mañana en la Junta Administrativa de Azazeta y contó con la asistencia de la directora de Infraestructuras Viarias y Movilidad, María Ángeles Gutiérrez Ondarza, que estuvo acompañada por técnicos de ese departamento. Por parte de la localidad, estuvieron el alcalde de Maeztu, Anartz Gorrotxategi, el presidente de la Junta Administrativa, Raúl Rituerto, y otros representantes del concejo.
Según la institución foral, tras analizar la situación que se ha ido creando -en la que ha crecido el temor de los vecinos a cruzar la carretera o en la que se producen largas esperas para poder hacerlo a causa de la velocidad de muchos vehículos- se ha decido actuar en tres direcciones. Por un lado, se va a solicitar, tanto por carta como telefónicamente, que se instale un radar punitivo a la consejería de Seguridad del Gobierno Vasco. Aunque en estos momentos hay un semáforo que se pone rojo al paso de vehículos a más de 50 kilómetros hora colocado por ese departamento, y un luminoso instalado por la Diputación que marca la velocidad de cada coche que pasa, lo cierto es que si no está la Ertzaintza esas medidas no son eficaces, ni la mayoría de las veces sirven como elemento disuasorio. Con el fin de urgir la instalación de ese radar, las peticiones se van a realizar a tres bandas: desde la Diputación, el Ayuntamiento y la Junta Administrativa.
La segunda decisión que se ha tomado responde a unas de las reivindicaciones de los vecinos, que el pasado domingo se manifestaron al borde la carretera. Se trata de la instalación de un paso cebra. Sin embargo, la iniciativa choca con la normativa que exige que para la realización de ese paso previamente debe existir una acera. Con el fin de soslayar esa dificultad, y a pesar de que debería ser competencia del Ayuntamiento o de la Junta Administrativa, la Diputación, a través de sus técnicos se ha comprometido a elaborar el proyecto y cedérselo a la institución local para que lo presente como un proyecto subvencionable y que se pueda ejecutar.
Por último, y atendiendo a lo que los vecinos entienden que es la solución definitiva, se va a seguir el procedimiento administrativo para valorar la construcción de una variante que, según se recordó en la reunión de ayer, fue una posibilidad que se ofreció a la Junta Administrativa hace poco más de 20 años. Entonces fue rechazada. Ahora es la solución que reclaman y dado que esa medida se debe contemplar en el nuevo PICA, Plan Integral de Carreteras de Álava, se ha pedido a la Junta y al Ayuntamiento que cuando se inicie el proceso de alegaciones, ya que en la actualidad el próximo PICA es un anteproyecto, se presente la petición como una alegación para tratar de incorporar esa medida. - P.J.P. / Foto: P.J.P.