VITORIA - El tercer proyecto presupuestario de la legislatura de Gorka Urtaran reposa, de manera definitiva en el cajón, y no se ejecutará a lo largo de los próximos doce meses al recibir en el Pleno de ayer el voto en contra y unánime de 18 de los 27 integrantes (PP, EH Bildu, Podemos e Irabazi) y contar solo con el respaldo de los nueve concejales del equipo de gobierno, cinco del PNV y cuatro del PSE. La consecuencia directa de la votación de ayer al mediodía es la prórroga presupuestaria en la que se sumerge Gasteiz, desde el próximo 1 de enero, y que va a suponer dar continuidad a los números de 361,1 millones que se están ejecutando en el actual ejercicio. No es una situación anómala para la ciudad, que repite de nuevo la sucedido hace tres años. En aquella ocasión le correspondió al popular Javier Maroto lidiar en 2015 con las cuentas prorrogadas del año 2014 tras no llegar a un acuerdo con los partidos de la oposición.
No hubo sorpresas en la sesión extraordinaria celebrada ayer y que contaba con el único punto del orden del día la votación y aprobación inicial del proyecto redactado por jeltzales y socialistas. Las posiciones eran conocidas y estaban fijadas desde el pasado martes 12 de diciembre, cuando las dos maratonianas sesiones de la comisión extraordinaria de Hacienda se resolvieron con un dictamen desfavorable al proyecto, con el rechazo de las mismas cuatro formaciones que también ayer levantaron la mano para tumbar el proyecto del gabinete Urtaran.
Como si de una continuación de lo sucedido hace diez días se tratara, las diferentes formaciones pusieron sobre la mesa los mismos argumentos escuchados en el debate y proceso negociador de las últimas semanas y se escucharon en el salón de Plenos los gruesos reproches, con el nuevo matiz que añadió ayer la responsable de Hacienda, y teniente de alcalde, Itziar Gonzalo, de calificar en sus intervenciones al grupo más numeroso de la oposición como “el PP del artículo 155”, remarcó cada vez que tuvo que hacer uso de la palabra a lo largo de la intensa mañana. Antes de la votación final al proyecto presupuestario se procedió a rechazar la enmienda a la totalidad, presentada por EH Bildu, Podemos e Irabazi, y que no prosperó al contar con los votos en contra de PNV, PSE y PP.
la tercera vía de urtaran La prórroga presupuestaria en 2018 va a suponer para Gorka Urtaran convertirse en el primer alcalde jeltzale de Gasteiz en tener que gestionar esta situación. El anterior regidor del PNV que ostentó el cargo, José Ángel Cuerda, siempre alcanzó puntos de acuerdo con la oposición en los años en los que necesitó recabar su apoyo para sacar adelante las cuentas. La confirmación de la prórroga para el año que comenzará dentro de nueve días, va a ser la sexta que se viva en las últimas dos décadas en la historia municipal. Se suma Urtaran de esta manera a sus predecesores en el cargo, los populares Alfonso Alonso o Javier Maroto, últimos regidores que tuvieron que pasar por este trance. Alonso estuvo en esta situación en tres ocasiones de su segunda legislatura, 2004, 2005 y 2007, mientras que Maroto se vio obligado a recurrir a esta vía durante 2012 y 2015.
Abre Gorka Urtaran su tercer año de legislatura con la tercera fórmula diferente que ha encontrado para dotar a la ciudad de presupuestos, desde su llegada al poder en el año 2015. Impulsado por los aires renovadores y de cambio, contó con el respaldo del bloque de izquierdas (EH Bildu, Podemos e Irabazi) para sacar adelante el Presupuesto 2015. Fue uno de los que más apoyos ha concitado a lo largo de la historia municipal, al aglutinar los votos de apoyo de dos tercios (18) de los 27 componentes del Pleno. Para el año en curso, tras hacerse patente el divorcio con EH Bildu, logró la abstención de Podemos e Irabazi, cuando decidió adentrarse por la vía de la cuestión de confianza, como herramienta con la que dotar de presupuesto a la capital alavesa. Recurrió a un elemento legal, nunca utilizado en la historia democrática de Vitoria para poder poner en marcha los proyectos más emblemáticos de su programa electoral como la reforma de la plaza de Santa Bárbara y el proyecto Bost Enparantza, la ampliación ya iniciada del tranvía al sur o los primeros pasos para implantar el revolucionario Bus Eléctrico Inteligente (BEI).
Para su tercer año de mandato, la situación de prórroga ralentizará la vida municipal al necesitar encontrar el apoyo de los diferentes grupos a la hora de querer poner en marcha nuevas inversiones e iniciativas.