vitoria - La Cigüeña Manolo. Con este nombre, el único equipo alavés que participará en el denominado Día de la Alas, un evento organizado por la empresa Red Bull que se desarrollará en Gijón el 3 de septiembre, intentará volar más lejos que nadie en esta loca competición en la que cada equipo diseña y fabrica su propio artefacto volador.

El grupo está formado por cinco ingenieros, cuatro de ellos como tripulación y el quinto, Pablo, como piloto. Según explica el conductor del artefacto que harán volar en el puerto de Gijón, a todo el equipo le gustan los eventos de Red Bull, e incluso ya conocían el Día de las Alas antes de que llegaran a la localidad asturiana. A pesar de eso, Pablo señala que la única vez que se llevó a cabo este evento en el Estado fue en la isla de Ibiza, un emplazamiento lejos de casa.

Pero Gijón queda bastante más cerca de la capital alavesa y este grupo de amigos decidió formalizar la inscripción en el concurso del toro rojo, y se pusieron manos a la obra para trabajar en un proyecto al que han dedicado nada menos que tres meses. “Es una forma diferente de pasar el verano”, apunta Pablo, que señala cómo para participar tuvieron que entregar en un primer momento un vídeo acompañado de una canción de medio minuto. A escasos días para la competición, el equipo se encuentra “ultimando detalles”, pues aunque el proyecto está finalizado prácticamente en su totalidad quedan por pulir cuestiones como la decoración y los bailes que realizarán, a pesar de reconocer entre risas que “no somos bailarines”.

Respecto al original nombre del equipo, La Cigüeña Manolo, Pablo admite que la denominación fue “casualidad”, pues pensaron otros nombres para el grupo relacionados con los Minions o Toy Story, pero finalmente se decantaron por este ave. Tanto los componentes de La Cigüeña Manolo como los de los 29 equipos restantes se citarán y deberán seguir un sencillo mecanismo para participar en el concurso. Cada equipo deberá diseñar, construir y pilotar un artefacto volador, que tendrá que despegar de una rampa de seis metros de altura y donde tendrán que demostrar su habilidades como pilotos. Eso sí, lograr que el aparato se estabilice en el aire no es el único requisito para que los aspirantes se proclamen ganadores. Y es que las normas de la competición recogen tres criterios a tener en cuenta: distancia de vuelo, puesta en escena y creatividad del artefacto, un elemento que provoca que los equipos trabajen la originalidad hasta el punto de que en otras ediciones se pudieron ver auténticos disparates como un Snoopy planeador, furgonetas con alas e incluso tacos voladores.

La misma creatividad se podrá apreciar en La Cigüeña Manolo, pues Pablo avanza que el equipo alavés realizará una serie de bailes en la costa asturiana en la que tomarán parte. El protagonismo, de cualquier forma, será para su artefacto volador, que está basado en una cigüeña que transportará bebés adultos por la plataforma desde donde se lanzarán.

Por su parte, desde la organización destacan que es posible que Gijón sea testigo de un nuevo récord mundial en esta competición. La mejor marca en la actualidad la ostenta un equipo californiano que consiguió hacer volar su invención hasta alcanzar los 78,5 metros. Un honor que los treinta equipos, incluyendo La Cigüeña Manolo, podrán arrebatar a los estadounidenses. El resto de equipos procede de numerosos puntos del Estado, como Madrid, Andalucía, Catalunya, Cantabria y el antitrión, Asturias, entre otros.

Los participantes pasaron un primer filtro el 31 de mayo, fecha en la que la organización valoró a los equipos con proyectos más originales, viables y eficaces. Características que deberán demostrar el 3 de septiembre sobre el Puerto Deportivo de la ciudad de Gijón. La primera edición de este evento, organizado por la empresa de bebidas isotónicas, se realizó en Viena, en 1992. Desde aquella cita en la capital austríaca la iniciativa ha atraído a 300.000 espectadores de todo el mundo en el centenar de ediciones organizadas.