Vitoria volverá a salir a las calles mañana para exigir el cierre de Garoña

A punto de finalizar el plazo que se otorgó el ministro de energía para decidir sobre el futuro de la central nuclear, que concluye a principios de agosto, “y tras asistir a un rocambolesco sistema de alegaciones con débil anclaje legal y sin garantía alguna, de carácter más mediático que técnico, desde Araba sin Garoña consideramos que ya se han rebasado todos los límites, que ya basta”.

En este sentido, la plataforma recuerda la falta de transparencia en todo el proceso desde la tramitación de la “extemporánea petición” de reapertura por Nuclenor hasta 2031, “posibilitada por un cambio de legislación ad hoc, impulsado por el propio Gobierno”, ya que cuatro años después se ha convertido “en un proceso oscuro, presidido por la ausencia total de transparencia, la indefensión ante el infame fenómeno de las puertas giratorias y la escandalosa instrumentalización del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)”.

Por esta razón, Araba Sin Garoña insiste en que es “hora de bajar el telón al esperpéntico espectáculo al que hemos asistido, entre la indignación y la vergüenza, políticamente miserable y que sólo puede tener un final, el del respeto a la voluntad popular decretando de una vez por todas su cierre definitivo”.

Ecologistas en acción De la misma manera, según recoge la Agencia Efe, Ecologistas en Acción considera que el informe del CSN no basta para prorrogar Garoña. Y así lo ha manifestado en las alegaciones presentadas contra la prórroga de actividad ya que “el informe técnico favorable del Consejo de Seguridad Nuclear no puede servir de base para reabrir la central”.

Aunque el plazo de alegaciones finalizó oficialmente este martes, el grupo ecologista disponía de plazo hasta ayer, al haber recibido la notificación de apertura del plazo con dos días de retraso, según explicó el portavoz del grupo para temas nucleares, Francisco Castejón. Para Ecologistas en Acción, el informe del CSN se aprobó en un “tiempo récord”, con únicamente dos semanas para analizar 160 documentos de gran complejidad, por lo que “no pude ser riguroso”, según Castejón.

Entre los alegatos enviados se señala también que el informe se emitió sin que la central cumpliera los requerimientos en materia de seguridad, que en principio iban a ser indispensables para cualquier decisión en torno a su futuro, según las Instrucciones Técnicas Complementarias aprobadas por el propio CSN.

Junto a la queja por defectos en el proceso de información pública, dado que los alegantes se han tenido que basar en documentación no accesible en formato digital sino en documentos en papel que ocupan toda una sala del Ministerio de Industria, según Castejón, el problema que aprecia el grupo ecologista es de “falta de seguridad” de la central. Incluso ponen el ejemplo del reciente incidente provocado por un “mal manejo” de residuos radiactivos, en bidones oxidados y rotos por el mal mantenimiento durante años, según el portavoz ecologistas.

De hecho, en las alegaciones se argumenta que en el caso de Garoña, por su propio diseño, se han evidenciado importantes fallos de seguridad que podrían desencadenar en un accidente “de consecuencias terribles, agravado por su situación a la cabecera del río Ebro”. También recuerda que si la planta vuelve a operar, tras estar desconectada desde diciembre de 2012, seguirían generándose residuos radiactivos para los que no existe forma de gestión satisfactoria en el presente.

Castejón destaca que parece que el Partido Popular sea “uno de los pocos interesados en que se reabra Garoña, cuando ni sus propietarios están de acuerdo.

La concentración. La Iniciativa Araba sin Garoña convoca una concentración para este sábado 29 de julio a las doce del mediodía en la Virgen Blanca, bajo el lema ‘Aski da-Ya basta’, con el objetivo de exigir al Gobierno del Partido Popular “un pronunciamiento inmediato y definitivo que ponga fin al culebrón de la tramitación de la reapertura de Garoña”.

Ecologistas en Acción. El colectivo denunció ayer que el informe del CSN no basta para prorrogar Garoña. En su opinión, se aprobó en un “tiempo récord”, con únicamente dos semanas para analizar 160 documentos de gran complejidad, por lo que “no pude ser riguroso”. Entre los alegatos que han presentado, señalan también que el informe se emitió sin que la central cumpliera los requerimientos en materia de seguridad.

La plataforma alavesa que pide el cierre de la planta ha elegido, por esta razón, el lema ‘Aski da-Ya basta’ para la concentración.

Para el colectivo, dicho documento se aprobó “en tiempo récord” pese a tener 160 páginas.