vitoria - Es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, pero el Ensanche de Vitoria sufre una progresiva desertización en los últimos años. Se vacía. Según dio a conocer ayer el Ayuntamiento gasteiztarra, el centro de la capital alavesa cuenta con una población cada vez más envejecida, con menos vecinos (en diez años ha perdido mil habitantes) y con un tejido económico que ha visto descender sus establecimientos de forma sostenida en los últimos cinco. Los sectores de la banca y los seguros, con un 45 %, y el comercio y la hostelería, con un 32 % del total de locales, son los de mayor presencia en esta zona, donde hay 2.100 locales, a fecha de diciembre del año pasado, y donde trabajan 8.048 personas.

Pero, como explicó el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, “la pérdida del poder adquisitivo desde la crisis, unido a la expansión de la ciudad por el este y el oeste de los últimos quince años, ha hecho que entidades bancarias e incluso las propias oficinas municipales del Ayuntamiento se trasladen a otros puntos de la capital, lo que hace que se diversifique la oferta”. Por esta razón, el Consistorio busca revitalizarlo mediante un proyecto, denominado Masterplan centro, que busca, por un lado, evitar el deterioro de espacios y edificios urbanos ya consolidados y, por otro, obtener retornos positivos para el municipio.

De esta forma, se pretende sacar “el mayor partido posible” a los espacios y construcciones consolidados de la ciudad, buscando el interés general y “sirviendo de acicate” a la actividad económica en las principales arterias del centro de la ciudad. “Llevamos meses diseñando una estrategia para impulsar proyectos sobre una triple vertiente, inspirada en la filosofía de las 3R, que consiste en la regeneración de espacios urbanos, reutilización y rehabilitación de edificios y la reactivación comercial y hostelera”, anunció el alcalde respecto al avance de este plan que “en las próximas semanas” será presentado a los agentes sociales, comerciales, hosteleros y económicos del Ensanche. Con ello se intentará cerrar una estrategia “que devuelva al centro el pulso y posicionamiento que merece porque somos conscientes que merece una atención especial, al haber pasado de una ciudad mononuclear a polinuclear”.

Iniciativa privada En estas negociaciones, el Consistorio también hará un especial hincapié en la iniciativa privada, al ser propietaria de numerosos locales y edificios del centro. Una de estas zonas clave, que estudia es la manzana de la calle San Prudencio con General Álava y Dato, que actualmente tiene un buen número de locales que pertenecen a un mismo promotor (la sociedad Urteim). Tal sería el caso de espacios interiores como el garaje Álava, pero también de negocios como el cerrado Molly Mallone, el antiguo Gretel o lámparas Salazar.

Pese a que los deseos de este promotor privado siguen sin conocerse, es importante destacar que cualquier actuación en esta zona, aunque sea privada, requeriría de la autorización municipal por la calificación urbanística de estos espacios. El motivo de ello se debe a que, como se empeñó en dejar claro el primer edil, “son dos los usos que queremos potenciar: el residencial y el comercial”. En este sentido, Urtaran asegura que todas estas estrategias “están encaminadas a primar la vocación de la ordenanza urbanística que regula este ámbito de actuación (OR2).

Además de ello, el regidor de la ciudad también recordó acciones de regeneración de espacios públicos, como el proyecto Bost Enparantza (plaza Santa Bárbara) y el soterramiento del ferrocarril, incluyendo también la intervención en el corredor liberado.

En la rehabilitación de edificios destacan las antiguas oficinas municipales de la calle Dato, el edificio de San Prudencio, 30, “que será utilizado para ubicar el Instituto Foral de Bienestar Social”, la actuación prevista en un solar vacío de la calle Florida o la reconversión de la gasolinera de Goya en oficina de turismo.

Respecto a la reactivación comercial y hostelera, además de operaciones urbanísticas, como la conversión de la antigua sede de la Arich en comercio, pasa también por políticas y acciones comerciales acordadas con el sector.

Objetivo del proyecto. El Masterplan centro combinará políticas públicas con iniciativas privadas para, por un lado, evitar el deterioro de espacios y edificios urbanos ya consolidados y, por otro, obtener retornos positivos para el municipio.

Regeneración de espacios públicos. Se incluye el proyecto Bost Enparantza (incluye la reforma de la plaza Santa Bárbara) y el soterramiento del ferrocarril, que incluye también la intervención en el corredor liberado.

Reutilización y rehabilitación de edificios. Destacan las antiguas oficinas municipales de la calle Dato (propiedad de Kutxabank), el edificio de San Prudencio, 30, “que será utilizado para ubicar el Instituto Foral de Bienestar Social”, la actuación prevista en un solar vacío de la calle Florida o la reconversión de la gasolinera de Goya en oficina de turismo.

Reactivación comercial y hostelera Además de operaciones urbanísticas, como la conversión de la antigua sede de la Arich en comercio, este eje pasa también por políticas y acciones comerciales acordadas con el sector.

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Son los vecinos que el centro de Vitoria ha perdido en la última década, según dio a conocer ayer el alcalde de Vitoria. La progresiva expansión a los barrios nuevos y la crisis han hecho que el Ensanche pierda interés.