vitoria - La vertiginosa semana -políticamente hablando- que hoy concluye, finaliza para el alcalde de Vitoria mejor de lo que empezó. Gorka Urtaran ha pasado de no tener presupuestos en 2017 y verse abocado a la prórroga a contar con un proyecto de ingresos y gastos que le va a permitir afrontar 2017 como tenía previsto. Como un ejercicio inversor para la ciudad en el que los ciudadanos van a ver cómo se materializan los proyectos hasta ahora esbozados en los despachos de la Casa Consistorial: Gasteiz Antzokia, silo de Arana, reforma de Santa Bárbara y otras plazas del centro, arranque del tranvía a Salburua, buses exprés BRT etc. Todo ello después de un primer año de legislatura en el que el gabinete Urtaran se ha centrado -dice el alcalde- en solventar problemas económicos que Maroto le dejó como herencia (68 millones de euros) y en rebajar la deuda de las arcas municipales que, no obstante, aún es cuantiosa.
En apenas veinte meses, Urtaran ha sido investido alcalde, pese a ser el PNV la tercera fuerza política en votos en las elecciones municipales. Fue en un convulso Pleno en el que las denominadas fuerzas de izquierda (EH Bildu, Podemos e Irabazi) le tendieron la makila de mando para desalojar al PP de Maroto del gobierno municipal, a pesar de haber ganado los comicios, ante “la ruptura de la convivencia” que se estaba dando en la ciudad tras las polémicas declaraciones del exalcalde sobre los inmigrantes, argumentaron las fuerzas del cambio. Un acuerdo de izquierdas al que, sin embargo, no se sumó el PSE de López de Munain, a quien el aparato del partido le impidió dar el sí a Urtaran por desavenencias en otras instituciones vascas que nada tenían que ver con Gasteiz. Paradójicamente, meses después, los socialistas entraron al gabinete de Urtaran ante la debilidad numérica de los jeltzales, para sumar asientos en el Pleno. Aun así, PNV y PSE han estado gobernado en minoría, confiando en que la izquierda abertzale mantuviera el compromiso de sustentar a Urtaran al menos un año más, hasta 2018, conscientes de que, después, en la recta final de la legislatura, cada una de las fuerzas políticas se posicionaría por separado de cara a las municipales de 2019. Pero EH Bildu tenía otros planes.
La coalición soberanista liderada por Miren Larrion dijo no al borrador presupuestario de Urtaran para 2017 pillando con el pie cambiado a toda la Corporación. Esta decisión, a la que en un primer momento llegaron también Podemos e Irabazi, para después dar un voto de confianza al alcalde, dejó solo a Urtaran con su socio socialista, puesto que el PP nunca se ha movido de su no inicial. Con todos en contra, salvo el PSE, a Urtaran, pocas cartas más le quedaban por jugar que someterse a la confianza del Pleno para ser ratificado como alcalde y que los presupuestos se aprobasen automáticamente. Paso que dio el martes y que se materializará mañana. El alcalde arriesgó y le salió bien porque EH Bildu ha dado un paso atrás. Utilizó una herramienta política que la ley permite, como ya hizo antes Odón Elorza en Donostia y recientemente Ada Colau en Barcelona, argumentando que la ciudad no podía pararse y que, sin presupuestos, las inversiones previstas se irían a la basura.
Un movimiento calificado de “ágil” por unos y de “órdago” por otros, al que ha seguido un contraórdago, ya que el equipo de Larrion no está dispuesto a que la victoria le salga gratis al alcalde, a sabiendas de que a Urtaran aún le quedan ejercicios de legislatura por delante en los que le va a resultar complicado gobernar sin su apoyo ni el del PP, ambas formaciones mayoritarias en la oposición. Así las cosas, los abertzales garantizan sí o sí que Vitoria va a tener Presupuesto -pese a que el proyecto que hace unos días no les gustaba no se ha modificado un ápice-, pero llaman a los jeltzales a negociar su contraoferta, un texto de quince páginas, si no quieren verse en doce meses en la misma tesitura. Pero ese órdago se jugará la próxima semana. De momento, Urtaran acudirá mañana al Pleno con la confianza recuperada.
Pleno. A pesar del apoyo a última hora de EH Bildu al Presupuesto y su petición a Urtaran de que retirara la cuestión de confianza, el alcalde ha decidido mantener el Pleno de mañana en el que, si todo discurre según lo previsto, obtendrá la ratificación de los corporativos para seguir como regidor de Vitoria y, además, saldrá del Pleno con la garantía de que Gasteiz dispondrá de presupuestos en 2017. El PP votará en contra, el PSE a favor y se espera que se abstengan EH Bildu, Podemos e Irabazi.