VITORIA. El balance del año evidencia, cuando aún no ha finalizado, que no estamos ante episodios anecdóticos sino ante la consolidación de una tendencia al alza de gravísimas dimensiones. Una realidad que viene refrendada por la sentencia contra Ferrovial conocida hoy a través de los medios, a la que este partido ha tenido acceso.
El fallo pone en el punto de mira a una de las subcontratas de las dos empresas más potentes del tejido industrial de Álava, Mercedes y Michelin. Aunque sería injusto no reconocer la notable contribución de estas multinacionales al desarrollo económico del territorio y la generación de empleo, es igualmente obligatorio advertir de las dudas que genera su gestión en seguridad laboral. En agosto, falleció un trabajador de Michelin mientras realizaba labores de albañilería.
En octubre, murió un operario de Ferrovial, en la misma planta, al ser aplastado por una pieza de acero. Ahora, conocemos una sentencia que no sólo condena a Ferrovial a indemnizar a uno de sus operarios, empleado en la planta de Mercedes, por sufrir un cuadro ansioso-depresivo por tareas vejatorias. También confirma un hecho alarmante: esta compañía carece de un procedimiento de resolución y prevención de conflictos, así como de formación en riesgos laborales.
El incremento de la siniestralidad laboral no es casualidad. En lo que llevamos de año en Euskadi, los accidentes en el trabajo con resultados de baja han aumentado un 6,2% y los accidentes laborales mortales se han disparado casi un 20%. Y, al mismo tiempo, la economía vasca ha crecido un 3% con el consiguiente aumento de la actividad productiva.
Para garantizar los beneficios empresariales, se están recortando las condiciones laborales de las personas trabajadoras, hasta el punto de poner en peligro sus vidas. Podemos Vitoria exige a las empresas que asuman su responsabilidad legal, ética y social para dotar a sus plantillas de recursos suficientes para prevenir riesgos y asegurar su bienestar. Y no sólo con las personas contratadas de forma directa, sino con aquellas que prestan sus servicios a través de subcontratas.
Podemos también demanda a Inspección de Trabajo y Osalan que redoble sus esfuerzos por que tanto los trabajadores subcontratados de Michelin como del resto de empresas tengan condiciones de trabajo seguras y dignas. Es responsabilidad de todos los agentes poner freno a esta lacra. Por eso mismo, desde el partido exigimos a las administraciones que dejen de mirar para otro lado en materia de contratación.
Mientras a nuestras instituciones se les llena la boca con discursos sobre el fomento del empleo y las mejoras laborales, las bajas temerarias favorecidas por la Ley de Contratación de las Administraciones Públicas han desembocado en condiciones precarias plagadas de riesgos. Tanto en obras mayores como en obras menores de la ciudad, se han dado casos de trabajadores hacinados en pisos patera, operarios que firman nóminas y luego perciben menos dinero del que figura en el papel o jornadas maratonianas hasta en días festivos que exceden de las condiciones firmadas.
“No se puede asegurar el beneficio empresarial o las bajas en las adjudicaciones públicas en detrimento de las condiciones laborales de los empleados” sentencia el portavoz del grupo municipal de Podemos Vitoria, Jorge Hinojal.