la artesanía y el queso Idiazabal constituyen los dos pilares que completan la Feria de Agurain. Nada mejor que caminar entre los puestos y dejarse llevar por los sentidos para acabar con una enorme bolsa llena de maravillas hechas a mano y de delicias gastronómicas. Y, por supuesto, cómo dejar pasar la oportunidad de asistir al concurso de queso Idiazabal, el más laureado del territorio y cuyos diez primeros clasificados pasan directamente a participar en el Euskal Herriko Txapelketa. Una cita ineludible para los amantes de este delicioso producto local.

Dieciséis participantes alaveses y cuatro invitados a formar parte del jurado. La televisiva Estibaliz Ruiz de Azua compartió mesa con los cocineros Iñaki Murua y Carolina Sánchez, y con el popular Juanjo Martínez de Viñaspre, Anemias. Asistidos por los catadores oficiales Patxi Pérez Elortondo, Iñaki Etaio y Marisol Vicente, dedicaron la mañana a la afanosa y placentera tarea de dilucidar cuál era el mejor queso. Una tarea que, tal y como explicaba la gerente de la Denominación de Origen, Myriam Molina, no resultó en absoluto sencilla. “La calidad es excelente porque los productores seleccionan sus mejores lotes y los traen al concurso, ya que este es el escaparate por excelencia en el agro alavés. Además, esta es una época en la que los quesos se encuentran en un estado óptimo, ya que la producción se lleva a cabo entre enero y julio y ahora mismo presentan maduraciones muy interesantes. En el último trimestre del año podemos encontrar tanto quesos jóvenes como de maduración más larga. Normalmente el jurado tiene que hilar muy fino para decidirse por un ganador, ya que al final las diferencias están en detalles muy pequeños”, ilustraba.

Los primeros clasificados fueron, por este orden, la Leze, de Ilarduia; Patxi López de Uralde, de Larrea; Azkarra, de Galarreta; Hermanos Audikana, de Gereñu; Larrabe, de Agiñiga; y Unai Lekuona, de Araia. Junto a ellos, Aistra, SAT Olano, Urka y Zabaleta, quedaron clasificados para la competición interterritorial.

las claves El encargado de celebrar la cata comentada de Idiazabal y divulgar de paso las excelencias de este magnífico producto, Alfredo Fernández, desvelaba algunas de las claves para dar con un queso perfecto. “Lo primero en lo que nos tenemos que fijar a la hora de comprar un Idiazabal es su aspecto exterior. Tiene que estar limpio y sin marcas demasiado profundas. La pasta tiene que tener un color homogéneo. Luego, pasamos a catarlo. Lo olemos y posteriormente lo probamos. La textura debe ser homogénea y no excesivamente grumosa. El sabor y el aroma deben ser limpios, de cuajo, leche cruda y un regusto que pueda ser más o menos persistente en el tiempo. Sin sabores extraños que recuerden a animal o cuadra”, desgranaba el experto.

No fue el Idiazabal el único imán gastronómico de la jornada. La calle en la que estaban instalados los puestos llenaba de aromas el ambiente. Entre ellos, el de las rosquillas que Héctor Orbiso preparaba ante los asistentes y que atraía, eficaz, a los clientes. “Llevamos viniendo nueve años a la feria, hacemos el pastel vasco típico de toda la vida y estamos friendo las rosquillas de anís siguiendo la receta de la abuela. Aunque el precio sea un poco más elevado que el de la tienda, la gente responde bien. Comprueban que el producto y valoran la calidad”, aseguraba.

Ganadores. La clasificación de los seis productores alaveses galardonados ayer fue, por este orden, La leze, de Ilarduia; Patxi López de Uralde, de Larrea; Azkarra, de Galarreta; Hermanos Audikana, de Gereñu; Larrabe, de Agiñiga; y Unai Lekuona, de Araia.

Clasificados. Junto a estos seis primeros clasificados, otros cuatro productores del territorio acudirán también al Euskal Herriko Txapelketa, certamen en el que se seleccionará el mejor Idiazabal de la CAV. Estos cuatro elegidos son Aixtra, SAT Olano, Urka y Zabaleta.

La gerente de la Denominación de Origen Idiazabal explicaba ayer, mientras se celebraba la competición, que durante el último trimestre del año los quesos se encuentran en un estado óptimo y que presentan maduraciones “muy interesantes”. El jurado no lo tuvo fácil, ya que los lotes presentados eran “excelentes”.

El encargado de organizar la cata comentada de Idiazabal ofreció a los asistentes una serie de interesantes claves para, a la hora de hacer la compra, seleccionar el mejor queso para llevar a casa. Un aspecto exterior libre de marcas, una pasta homogénea y un sabor limpio indican el buen camino.

Entre los artesanos congregados ayer en Agurain, Héctor preparaba sus rosquillas ante la atenta mirada de los presentes. Si bien reconocía que sus precios son algo superiores a los de las tiendas, aseguraba que él, a diferencia de éstas, ofrece producto casero, “hecho a mano según la receta de la abuela” y que la clientela sabe reconocer este plus de calidad.

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Productores alaveses tomaron ayer parte en el concurso de Idiazabal de la Feria de Agurain.