arana - La Junta Administrativa de San Vicente de Arana y el Ayuntamiento de Valle de Arana han formalizado un convenio de colaboración para protocolizar el acuerdo ya existente desde hace años para usar unos terrenos del mencionado concejo como centro de hipoterapia, una iniciativa del Ayuntamiento del Valle. Con este convenio se cierra un proceso de regularizaciones de suelo, que ha afectado a otras parcelas particulares, pero en el que restaba por formalizar este terreno y edificios cedidos al Ayuntamiento. Lo acordado ahora es la cesión gratuita de los bienes inmuebles situados en las parcelas números 1906 y 1907 del polígono número 1 a favor del Ayuntamiento para fines que redunden en beneficio de los habitantes y, en concreto, para su uso como centro de hipoterapia, siendo la Junta su propietaria en caso de cese de dicha actividad. En ese supuesto, el acuerdo establece que revertirán las fincas a la Junta, junto con lo que en ellas se contenga.

Y es que en ese lugar se está desarrollando progresivamente un centro de hipoterapia, es decir, tratamientos a través del contacto con caballos, desde hace alrededor de seis años, aunque ha sido en los tres últimos cuando se han iniciado.

La iniciativa surgió en una conversación informal, en el año 2007 entre el profesor Miguel Ángel Díaz de Cerio, que actualmente ejerce en el instituto de Campezo, y Pedro San Vicente, alcalde de Valle de Arana, hablando sobre las enormes potencialidades terapéuticas que tienen los caballos en personas con determinadas discapacidades, como los autistas, y en general, con quienes tienen problemas de comunicación o de relaciones interpersonales.

El comentario se convirtió en proyecto para Pedro San Vicente, quien se puso a trabajar en la idea, junto con Díaz de Cerio. El primer paso fue definir un proyecto de presupuesto, que contemplase un grupo de 75 pacientes, para lo que era necesario un equipo de seis terapeutas, diez caballos, personal auxiliar, instalaciones y la construcción de un grupo de cabañas que pudieran ser utilizadas como pisos respiro, donde los pacientes pudieran estar unos días mientras sus familias descansaban.

En total, una cifra que rondaba los tres millones de euros. Dada la envergadura de la iniciativa, el proceso se va desarrollando poco a poco y, de momento, el centro cuenta con un gran pabellón y un terreno anexo donde pasean los caballos durante el buen tiempo.