vitoria - El sillón de comisario de la Policía Local de Vitoria tiene nuevo dueño. O antiguo, según se vea. Su actual ocupante, José Antonio Vicho, cuenta con la experiencia en el cargo obtenida durante el periodo en el que el socialista Patxi Lazcoz fue alcalde de la ciudad. Ahora, coincidiendo con el regreso de un concejal del PSE-EE al frente del Departamento de Seguridad Ciudadana, vuelve a liderar el equipo de Aguirrelanda. Tal y como señaló el propio edil responsable del ramo, Carlos Zapatero, “llegan nuevos tiempos y hay que afrontar los nuevos retos con nuevas personas”.
En realidad, el nuevo responsable no es del todo nuevo. De hecho, es un veterano. Fue nombrado comisario en julio de 2007, siendo Joaquín Esteban responsable de Función Pública, y conoce al detalle cada rincón y a cada agente que trabaja en Aguirrelanda. Su regreso al puesto de mando ha venido un tanto obligado por las circunstancias, ya que los socialistas no contaban con mucha más capacidad de maniobra. Luis Cid ya comunicó en su día que no quería volver a ser comisario y Marian Vidaurre, recién ascendida, necesitaba adquirir experiencia en su plaza de subcomisaria. No estaba aún lista para dar el salto. Con José Antonio Anguiano reconducido al puesto de director de Seguridad Ciudadana por Carlos Zapatero, sólo quedaba una opción entre los de la casa: José Antonio Vicho.
En realidad, se podía haber dado un giro radical a la tendencia de los últimos años con la incorporación de un fichaje externo. En la Ertzaintza sonaron voces indicando que José Antonio Varela, exjefe de la Dirección Operativa de la Policía autonómica, había solicitado la excedencia con destino a una Policía Local y que podía recalar en Vitoria. Varela contaba con experiencia, ya que lideró la Ertzaintza durante el mandato de Patxi López y posteriormente ocupó el cargo de director general de Interior, Emergencias y Protección Civil de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, también de la mano de una directiva política socialista. Finalmente, la confirmada excedencia de Varela le ha acabado llevando de regreso al sur, ya que en Aguirrelanda prefieren contar con gente de la casa y las referencias que se tienen de ertzainas al frente de policías locales no les resultan convincentes.
A pesar de los recientes cambios vividos en la cúpula del departamento, los verdaderos problemas de la Policía Local no acaban de resolverse. Como todo el mundo señala abiertamente en comisaría, las preocupaciones fundamentales siguen siendo la falta de una OPE que surta de nuevos agentes al cuerpo y la interinidad de los mandos, que roza el 70%. El resto de los movimientos, tal y como le reprochó recientemente el popular Alfredo Iturricha a Carlos Zapatero, “ha sido como jugar al ajedrez, cambiando la reina por el alfil y sin tener peones”.
En el caso de la OPE de agentes, todo indica que las bases y la convocatoria estarán listas para este año. Lo que puede resultar más complicado es llevar a cabo las pruebas antes de que concluya 2016. En todo caso, se realizarían como muy tarde a principios de 2017 si se cumplen las previsiones. Lo que no queda claro es qué medidas va a adoptar el nuevo concejal para conferir estabilidad definitiva a la cúpula policial. Podría resolverse convocando una OPE de oficiales, pero muchos de los posibles aspirantes podrían tener problemas por haber agotado el número máximo de intentonas que contempla la Ley vasca de Policía.
El nombramiento de Vicho, en principio predecible, ha venido acompañado de cierta polémica. Los grupos de la oposición recriminaron en su momento a Zapatero haberse enterado por la prensa de los vaivenes en la cúpula de la comisaría, cuando dos días antes de conocerse el nombramiento el propio edil había comparecido para insinuar que Anguiano permanecería en el puesto de comisario y que no se esperaban grandes cambios. El concejal de Seguridad Ciudadana respondió asegurando que era un cambio “que tenía meditado, pero no decidido” y dio el asunto por zanjado asegurando que había comunicado los cambios en cuanto estos tuvieron carácter oficial.
Baile de sillones. José Antonio Anguiano pasa de comisario jefe a director de Seguridad Ciudadana y José Antonio Vicho pasa de subcomisario a comisario.
Opciones. Ante la reticencia de fichar a un nuevo mando externo, quedaba poco margen de maniobra para ocupar el sillón de comisario. Luis Cid rechazó el puesto y Marian Vidaurre acababa de obtener el ascenso, por lo que no contaba con la suficiente experiencia. José Antonio Vicho era la única alternativa posible de los de dentro de la casa.
OPE. La convocatoria de la nueva OPE de agentes llegará, probablemente, antes de que acabe el año. El inicio de las pruebas puede que se demore hasta 2017.
Interinidad. El porcentaje de interinidad en los mandos de la Policía Local es muy elevado: ronda el 70%. Sería deseable adoptar medidas para conferir estabilidad a los oficiales.
Ley Vasca de Policía. Una de las alternativas consistiría en convocar una OPE de oficiales, pero algunos de los aspirantes han agotado el máximo de posibilidades de ascenso que prevé la Ley
Promoción interna. La Ley 4/1992 de Policía del País Vasco establece un máximo de tres convocatorias para el acceso por turno de promoción interna a la misma escala y categoría.
Antigüedad. Para el ingreso en las categorías de suboficial, oficial, subcomisario y comisario, se exigen cuatro años de servicio activo en el escalafón inmediatamente inferior.
Revisión. El año pasado se celebró una reunión de mandos de Policía Local para revisar y proponer cambios en la Ley de Policía.